Definición de hembra
El concepto de hembra, que procede del vocablo latino femĭna, alude a un animal cuyo sexo es femenino. Por sus características biológicas, las hembras son diferentes a los machos (los animales de sexo masculino).
El aparato genital femenino es la principal característica que distingue a las hembras de los machos. En las hembras de los mamíferos, el aparato genital se compone de órganos internos como el útero y los ovarios y de órganos externos como el clítoris y los labios genitales.
Por lo general las hembras disponen también de caracteres sexuales secundarios específicos. En muchas especies de mamíferos, por ejemplo, las hembras son menos corpulentas que los machos.
Lo habitual es que las hembras lleven en su interior a los embriones durante su gestación y desarrollo. El cuerpo de la hembra se encuentra preparado para cobijar, proteger y alimentar al nuevo ejemplar hasta el momento de su alumbramiento.
Es importante mencionar que a las personas de sexo femenino se las llama mujeres y no hembras. Esta apelación puede aparecer en el habla coloquial en determinados casos, pero no es frecuente.
Esta distinción resulta muy curiosa, ya que no se cumple en todas las regiones de habla hispana y despierta una preocupación muy común en el ser humano: ser comparado con el resto de los animales. Nuestra especie tiene muchas virtudes, pero también el lamentable defecto de tender a destruir el planeta que le dio origen y, como si esto fuera poco, haber determinado que todas las demás especies son inferiores a ella, que se encuentran por debajo de su capacidad intelectual y que, por esta razón, le deben respeto.
El especismo es la discriminación moral que se basa únicamente en la diferencia de especies entre dos o más animales. Este término fue acuñado por el psicólogo Richard D. Ryder en la década de 1970, pero el concepto que representa es mucho más antiguo y, por desgracia, no ha desaparecido ni perdido fuerza desde entonces. La mayoría de los seres humanos aprenden desde el útero acerca de esta falsa superioridad que da lugar a la tortura de tantos animales en las granjas, a la destrucción de cientos de hábitats con la consiguiente extinción de sus especies asociadas y, entre otros muchos horrores, al miedo de las personas a ser clasificadas con los mismos términos usados para el resto de los animales.
Otro dato digno de ser mencionado en este contexto es el hecho de que existan menos problemas para describir a los bebés recién nacidos como varones o hembras en lugar de niños o niñas que a los jóvenes y adultos. Pero esto también se encuentra ligado a las jerarquías tan nocivas en la que nos ubica el sistema: el hombre es el ser superior, por debajo de quien se encuentran las mujeres y, por último, los niños. De esta manera, el machismo reina tanto el mundo material como el intelectual.
Si dejamos de lado nuestros prejuicios con respecto al resto de las especies de mamíferos por un segundo y nos remitimos al diccionario de la Real Academia Española para buscar la definición de hembra, veremos que incluye a las personas del sexo femenino.
Una planta hembra, por otra parte, es aquella que, cuando la especie se divide en ejemplares femeninos y masculinos, da los frutos.
Hembra, por último, es la pieza que presenta un agujero o una abertura donde se acopla o se introduce otra pieza, llamada macho. Así, la unión de la pieza macho y la pieza hembra posibilita una conexión o la sujeción de dos elementos. Muchas veces los cables que permiten la conexión de dispositivos electrónicos presentan conectores machos que encastran en conectores hembras.