Definición de guirnaldas

Una guirnalda es una corona abierta de ramas o flores que se sujeta a la cabeza o se coloca en el cuello. Se trata de un accesorio que suele lucirse en celebraciones y en rituales. El concepto también puede aludir a una tira que se cuelga a modo de ornamentación.

Por ejemplo: “Al llegar a la isla, un poblador local nos colocó una guirnalda de flores a modo de bienvenida”, “Vamos a decorar la casa con guirnaldas de colores para tu fiesta de cumpleaños, “Las bailarinas danzaban agitando sus guirnaldas al ritmo de la música”.

Las guirnaldas son muy importantes en la cultura hawaiana. En el archipiélago de Hawái, una guirnalda o lei es un collar que se suele obsequiar a los visitantes. Se trata de una tira que permite adornar el cuello.

Por lo general las guirnaldas hawaianas se fabrican con hojas y flores frescas. Sin embargo, también existen las guirnaldas de plumas o de conchas, entre otros materiales naturales, o incluso de papel, tela, etc. Una guirnalda hawaiana, en definitiva, es una especie de condecoración que se obsequia como símbolo de afecto, felicitación o reconocimiento.

Más allá de Hawái, las guirnaldas suelen colgarse de paredes, puertas o ventanas para decorar un ambiente en una ocasión especial. Es frecuente que, en un festejo de cumpleaños, se instalen guirnaldas con el nombre del homenajeado o con expresiones como “Feliz cumpleaños” o “Felicidades”.

Estas guirnaldas pueden hacerse con cartón, papel o plástico, por mencionar algunas posibilidades. Suelen ser coloridas para que transmitan alegría y calidez. Si bien podemos comprar guirnaldas hechas en una tienda especializada o en un supermercado, al día de hoy resulta muy fácil elaborarlas en casa, con materiales económicos, para crear un diseño absolutamente personalizado.

Si estamos planeando una fiesta de cumpleaños para un ser querido, por ejemplo, seguramente conozcamos sus gustos, sus personajes y colores favoritos, y por eso tenemos la oportunidad de hacerle unas guirnaldas que los incluyan para dibujarle una sonrisa en cuanto las vea. Como ocurre con casi todos los productos artesanales, nuestros límites son la creatividad y las habilidades manuales, con lo cual tenemos frente a nosotros un gran número de posibilidades.

Una de las ventajas con las que contamos desde el principio es que no existen reglas inquebrantables a la hora de elaborar una guirnalda: mientras responda a la definición fundamental, aportada en los primeros párrafos de este artículo, es suficiente. Por esta razón, podemos dejar volar nuestra imaginación tanto para los motivos como para los patrones. Por ejemplo, vale tanto una en la cual se repita la misma figura de manera indefinida como una muy variada. Además, entre una pieza y otra podemos incluir partes más pequeñas que actúen a modo de «separadores», una buena idea para darle más movimiento al producto final.

Pensemos en una guirnalda con un diseño «frutal», que consiste en una serie de frutas de papel. Una posibilidad es determinar qué especies incluiremos, elaborar varias copias de cada una y luego unirlas a la cuerda. Por otro lado, también podemos crear una pieza que articule la guirnalda, un separador, que puede ser una fruta más pequeña (como una cereza, por ejemplo) o incluso una forma geométrica básica, como un círculo o un rombo; de esta manera, podríamos colocar conjuntos de frutas separados de manera armoniosa.

Para las guirnaldas con mensajes en texto también hay muchas posibilidades, que van desde las letras recortadas hasta los rectángulos sobre las que se dibujan con rotulador. También se pueden usar globos en lugar de piezas de papel, o crear objetos más complejos, tridimensionales, aunque esto exige un nivel de destreza que no todos tenemos.

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