Definición de guijarro

Un guijarro es un canto rodado de tamaño reducido. Un canto rodado, a su vez, es una piedra que, a partir del impulso que le da el agua, rueda y se va alisando, adquiriendo una forma redondeada.

Los guijarros, por lo tanto, son trozos de roca sueltos que las corrientes de agua trasladan por diversos medios. Estos desplazamientos que se producen de modo natural les otorgan una morfología característica, en la cual no se registran aristas debido a la erosión que sufren al moverse.

Por sus características, a los guijarros se les otorga diferentes usos. En la construcción, se utilizan para pavimentos y revoques ya que facilitan el apilamiento y se adhieren con facilidad al cemento o al hormigón.

Los niños, por otra parte, suelen emplear los guijarros en el juego que consiste en lanzar piedras al agua de manera tal que reboten varias veces antes de hundirse. A este entretenimiento se lo conoce como hacer sapito, hacer la rana, hacer patito, la chata o cabrillas.

Al lanzar el guijarro, se busca que la piedra rebote y avance antes de sumergirse. Lo ideal es que el lanzamiento se realice cerca de la superficie del líquido, y no desde muy alto. El guijarro, al encontrarse con la tensión superficial del agua, no se hunde de manera inmediata.

Los guijarros, por último, eran usados como armas por los honderos de la Antigua Roma. Estos soldados contaban con distintas hondas para lanzar piedras: los guijarros, por su forma, podían llegar a recorrer grandes distancias por el aire.

En el año 1994 se encontró el denominado guijarro de Kafkania en Grecia, más precisamente en el sitio arqueológico conocido como Olimpia, ubicado en la unidad periférica de Élide. En esta piedra podemos apreciar una inscripción de escasa extensión con ocho signos silábicos cuya lectura no se ha determinado con precisión pero se estima que debería ser a-so-na / qo-ro-qa / qa-jo.

En la otra cara del guijarro de Kafkania vemos una labrys, es decir un símbolo griego que tiene el aspecto de un hacha de doble filo. Los antiguos griegos la llamaban sagaris o pelekys, y en el Imperio Romano se conocía con el nombre de bipennis. Existen varias representaciones de la labrys, más allá de la presente en el guijarro de Kafkania, que datan de los períodos Paleolítico y Neolítico; por lo general se asocian a la diosa madre, es decir, de la fertilidad.

Entre los estudiosos de este peculiar hallazgo hay quienes sugieren que qo-ro-qa, parte de la inscripción que se encuentra en una de sus caras, es un nombre propio de persona, aunque no se sabe si es masculino o femenino, ni tampoco si se trata del dueño del guijarro. Con respecto a la fecha en la que podemos contextualizarlo, se estima que se trata del siglo XVII a. C., con lo cual sería el testimonio en texto más antiguo de su clase.

El guijarro de Kafkania pertenece a la Grecia continental, y el sistema de escritura que contiene se conoce con el nombre de lineal B, el cual se usó para los documentos en la fase de la lengua griega llamada griego micénico. El lineal B se usó especialmente en el ámbito administrativo, entre los siglos XVII y XII a. C., mucho antes de que surgiera el alfabeto como forma de organización y escritura del idioma griego.

Cabe señalar que algunos expertos en la materia creen que el guijarro de Kafkania no es auténtico, sino que se trata de una falsificación realizada en la modernidad. Entre las razones que dieron lugar a las sospechas se encuentra la coincidencia de a-so-na con lasonas, el nombre de uno de los hijos de quienes descubrieron esta piedra.

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