Definición de gobierno republicano

De cara a poder descubrir el significado del término gobierno republicano se hace necesario, en primer lugar, descubrir el origen etimológico de las dos palabras que le dan forma:

-Gobierno deriva del latín, concretamente procede del verbo “gubernare”, que en su origen significaba “pilotar un barco” y que, a su vez, emana del griego “kybernain”, que es sinónimo de “dirigir” o “guiar”.

-Republicano también procede del latín. Exactamente es fruto de la suma de varios componentes léxicos de dicha lengua: el sustantivo “res”, que significa “cosa”; el vocablo “publica”, que puede traducirse como “del pueblo”; y el sufijo “-ano”, que se usa para indicar “pertenencia”.

En un gobierno republicano existe la división de poderes.

Se llama gobierno al órgano encargado de la administración de un Estado, dirigido por el presidente junto a los ministros, secretarios, etc. El gobierno se asocia al poder ejecutivo. Republicano, por su parte, es aquello vinculado a la república: la organización estatal cuyas autoridades principales son elegidas por los habitantes o por una cámara legislativa.

Qué es un gobierno republicano

Un gobierno republicano, por lo tanto, es una forma de organizar y administrar el Estado basada en los principios de la república. La igualdad ante la ley, la aplicación imparcial de justicia y la búsqueda del bien común son algunos de estos preceptos.

En un gobierno republicano, el poder recae en los ciudadanos, quienes lo ejercen a través de sus representantes (los gobernantes que eligen). Esto quiere decir que las personas delegan el ejercicio del poder, sin que los gobernantes sean los “dueños” del Estado. Las cuestiones estatales, de este modo, constituyen un asunto público y no un asunto privado de las autoridades.

Quienes administran el Estado en un gobierno republicano son representantes de los ciudadanos, quienes los eligen a través del voto.

Constitución y división de poderes

Quienes forman parte de un gobierno republicano deben actuar de acuerdo a lo establecido en la Constitución, rindiendo cuenta de sus acciones. Estos gobernantes ocupan cargos en el Estado por voluntad popular (directa o indirecta), pero dichos cargos no le son propios.

El funcionamiento normal de un Estado organizado como gobierno republicano requiere que exista una división de poderes: se necesita, por lo tanto, la coexistencia de un poder ejecutivo, un poder legislativo y un poder judicial que ejerzan controles recíprocos. Además resulta imprescindible que las diversas clases sociales estén representadas en los organismos de gobierno y que todos los ciudadanos pueden tener una participación política activa.

Monarquía vs. gobierno republicano

Es importante establecer que en la actualidad son varios los países que optan por tener un gobierno republicano. Este sería el caso, por ejemplo, de Argentina, Francia, Rusia, Paraguay, México, Estados Unidos o Canadá.

No obstante, frente a esos están otros países que optan por una monarquía o como en el caso de España de una monarquía constitucional. Esta significa que el país tiene la figura de un rey (Felipe VI) que ejerce como Jefe del Estado y que, por tanto, “reina, pero no gobierna”. De ahí que exista un gobierno, elegido por el pueblo, que, basándose en la Constitución de 1978, se encarga de “dirigir al país”.

Eso sí, en el pasado España también contó con gobiernos republicanos entre finales del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX.

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