Definición de globo terráqueo

Globo, del latín globus, es una superficie esférica cuyos puntos equidistan del centro. El término puede utilizarse para identificar diversos objetos, como un juguete, un adorno o una aeronave.

Terráqueo, por su parte, es un concepto compuesto por los vocablos latinos terra (“tierra”) y agua (“agua”). La noción se aplica con referencia al globo o la esfera terrestre.

El globo terráqueo, por lo tanto, es una esfera en cuya superficie aparece representada la disposición que las tierras y los mares tienen en el planeta Tierra. Se trata de un modelo tridimensional a escala de nuestro planeta que se usa con fines científicos, educativos, lúdicos u ornamentales.

Por ejemplo: “Cuando era pequeño, pasaba horas viendo el globo terráqueo”, “Mi tío me regaló un globo terráqueo para decorar la biblioteca”, “La maestra me pidió que encuentre tres países europeos en el globo terráqueo”.

Un globo terráqueo construido por Martin Behaim en 1492 es el más antiguo de los que se conservan en la actualidad. El primer globo terráqueo con representación de las tierras que los europeos conocieron tras los viajes de Cristóbal Colón y otros exploradores data de 1507 y corresponde a Martin Waldeseemüller.

No obstante, aunque es el más viejo que se ha logrado hacer llegar hasta nuestros días no es el más antiguo. Y es que desde tiempos inmemoriales el hombre tuvo necesidad de llevar a cabo la construcción de globos terráqueos para poder entender el planeta en el que estaba y cómo este funcionaba.

Así, se considera, que llevaron a cabo la creación de esos mencionados objetos figuras tales como el cartógrafo y filósofo griego Crates de Malos. En concreto, este personaje está considerado como la primera persona que construyó un globo terráqueo. Lo hizo en la mitad del siglo II a.C y destacaba porque en él se incluían lugares como, por ejemplo, las Antípodas.

De la misma forma, también es interesante conocer que desde aquel entonces y hasta que se diera forma al de Martin Behaim, existieron otros globos terráqueos igualmente interesantes. Entre estos se encontraría, por ejemplo, el que se realizó en el siglo IX para el califa Al-Ma´mun, que inspiró la obra “Las mil y una noches”, y que se caracterizaba por tener un elevado grado de perfección.

Asimismo tampoco hay que olvidarse del globo que se creó en el año 1267, en la ciudad asiática de Pekín, de manos del persa Jamal ad-Din.

Lo habitual es que el globo terráqueo se sitúe en un soporte en ángulo. De esta manera puede representar el ángulo planetario frente al sol y el giro de la Tierra, lo que ayuda a visualizar cómo pasan los días.

No hay que pasar por alto tampoco que el globo terráqueo cuenta con la citada apariencia porque, de esta manera, facilita de manera notable lo que es no sólo el análisis de cómo se lleva a cabo el cambio de los días sino también de las estaciones del año.

Los globos terráqueos, por lo general, presentan los paralelos y los meridianos para que puedan ubicarse distintas localizaciones con mayor facilidad. Algunos globos incluyen relieve para mostrar la topografía o apelan a diferentes colores para que las elevaciones sean notorias.

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