Definición de gleba
Gleba es un término con origen etimológico en la lengua latina que se usa de distintas maneras. La primera acepción que menciona la Real Academia Española (RAE) en su diccionario hace referencia al terrón que puede levarse con un arado.
Se llama terrón a una masa suelta y de pequeño tamaño de tierra compacta. El arado, en tanto, es una herramienta que permite abrir surcos en la tierra para facilitar su labrado.
También se denomina gleba a la tierra que se destina al cultivo. Se trata de un terreno que puede ser empleado para el desarrollo de actividades agrícolas.
Lo habitual es que la idea de gleba aluda a la tierra que se usa para cultivar plantas anuales, a diferencia de la tierra que se aprovecha para que el ganado se alimente y de la tierra utilizada para cultivos permanentes (como olivares o viñedos).
La gleba, como tierra de labranza, cultivo o arable, es un factor productivo muy importante en la economía. El economista inglés David Ricardo (1772-1823) fue quien sumó la tierra al trabajo y al capital como los factores de producción básicos.
Cabe destacar que, para que un terreno pueda ser considerado como gleba, debe contar con un suelo de las características apropiadas y tiene que encontrarse en una región cuyas condiciones climáticas sean adecuadas para desarrollar un cultivo. De todos modos, es posible recurrir a recursos artificiales para minimizar o revertir las falencias del suelo o del clima (con abonos, invernaderos, etc.).
La gleba, por último, es la población de clase baja. En la antigüedad se llamaba siervo de la gleba al individuo sometido a un señor feudal que se encontraba asociado a una heredad de la cual no podía desvincularse, incluso si esta cambiaba de propietario.