Definición de galo
Gallus es un vocablo latino que llegó al castellano como galo. El término tiene varios usos y puede emplearse, según el caso, como adjetivo o como sustantivo.
La primera definición que menciona el diccionario de la Real Academia Española (RAE) refiere a aquel o aquello natural de la Galia o vinculado a ella. Para saber a qué alude la idea de galo, por lo tanto, hay que centrarse en la mencionada región europea.
El Imperio galo nació a partir de una rebelión en el Imperio romano.
La Galia
Los romanos llamaban Galia a una zona de Europa occidental que, en la actualidad, incluye a Bélgica, Francia, Irlanda, Inglaterra, Gales y partes de Italia, Suiza, Países Bajos y Alemania. A los habitantes celtas que vivían en dichas tierras, a su vez, los conocían como galos.
Puede decirse, pues, que los galos eran los primeros celtas que vivían en el mencionado territorio. Es importante señalar que no existía un único conjunto uniforme de galos, sino que los galos se dividían en múltiples tribus y pueblos.
La Galia, incluso, era segmentada por los romanos en varias Galias: la Galia Comata (tierras que aún no habían conquistado), la Galia Transalpina (que se extendía más allá de los Alpes) y la Galia Cisalpina (antes de cruzar los Alpes). Entre 58 y 51 antes de Cristo, Julio César logró vencer a las tribus celtas y conquistó la Galia Comata y la Galia Transalpina. Para el año 27, el emperador Augusto se encargó de dividir la Galia en cuatro administraciones: la Galia Narborense, la Galia Lugdunense, la Galia Bélgica y la Galia Aquitania.
El Imperio galo
Se conoce como Imperio galo a la organización política que surgió en el siglo III en el marco de una rebelión en el interior del Imperio romano. El Imperio galo llegó a controlar la Galia y zonas de Britania, Hispania y Germania.
Póstumo fue, entre 260 y 269, su primer emperador. Constituyó la capital del imperio en Colonia (ciudad que actualmente forma parte de Alemania) y, tras su asesinato, fue sucedido por Marco Aurelio Marco. Después del fallecimiento de Póstumo, el Imperio galo dejó de controlar Britania e Hispania.
En la actualidad, el adjetivo galo suele usarse como sinónimo de francés.
Una lengua celta
Hasta el siglo V, en la Galia se habló un idioma mencionado como galo. El galo integró el conjunto de las lenguas celtas continentales con el gálata, el lepóntico y el celtíbero.
Se encontraron registros de esta lengua en láminas, monedas, cerámicas y piedras halladas en Francia, Bélgica, Suiza, Alemania e Italia. Con el tiempo, el latín vulgar que se hablaba en el Imperio romano terminó desplazando al galo y llevándolo a la extinción.
El concepto de galo en la actualidad
Hoy se emplea el adjetivo galo para nombrar a lo relacionado con Francia. Galo, en este sentido, funciona como sinónimo de francés.
Puede decirse que París es la capital del territorio galo o que Kylian Mbappé es un futbolista galo que se ubica entre los mejores jugadores del mundo, por mencionar dos posibilidades. De igual modo, es posible afirmar que la gastronomía gala fue reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco y que el coñac es un brandi galo valorado a nivel internacional.