Definición de fuerza de trabajo
El concepto de fuerza posee múltiples acepciones. Con origen en el latín fortĭa, puede aprovecharse para resaltar la habilidad o el poder para generar movimiento en algo o en alguien que provoque resistencia o que tenga peso; para describir la capacidad de resistencia frente a un empuje; la aplicación del poder ya sea físico o moral; la virtud natural que las cosas poseen en sí mismas; o del estado más vigoroso de algo.
Fuerza, como hemos dejado determinado, proviene del vocablo latino fortia que es sinónimo de “fuerte”. Mientras, la segunda palabra del término que vamos a analizar, trabajo, tiene su origen etimológico también en el latín tripaliare que venía a utilizarse para definir a un yugo con tres palos que se empleaba para amarrar a los esclavos a los que se les iba a castigar azotándoles.
El trabajo, por su parte, constituye la medida del esfuerzo que un individuo realiza. Desde el punto de vista de la economía, el trabajo es uno de los factores imprescindibles para producir, al igual que el capital y la tierra. Puede entenderse al trabajo como la acción productiva que lleva a cabo un sujeto y a cambio de la cual percibe una remuneración.
La noción de fuerza de trabajo, por lo tanto, está asociada a la habilidad tanto física como mental propia de cada individuo para desarrollar una cierta labor. La expresión fue impulsada por Karl Marx.
Para el marxismo, la fuerza de trabajo debe ser entendida como una mercancía cuya recompensa monetaria se determina a partir del tiempo que se requiere para generarla. En este caso, se trata de establecer cuánto se tarda en producir los medios de subsistencia. Puede asociarse, en definitiva, el valor de una fuerza de trabajo a lo que valen o cuestan las mercancías de consumo indispensables para el trabajador.
En este sentido, hay que subrayar que se establece que en el capitalismo toda fuerza de trabajo pasa a convertirse directamente en una mercancía. No obstante, para permitir que se produzca dicho hecho tienen que tener lugar dos elementos o aspectos fundamentales: que el individuo en cuestión tenga libertad para llevar a cabo esa mencionada fuerza, y que exista la necesidad de vender esta para lograr así unos medios de subsistencia.
Estas cuestiones y planteamientos citados llevaron a que Karl Marx estableciera y demostrara que en una sociedad capitalista no existe una igualdad pues la burguesía es la que se ha adueñado de los distintos medios de producción mientras que los obreros no tienen la posibilidad de poseerlos. De ahí que se vean en la tesitura y en la necesidad de vender la fuerza de trabajo que poseen para lograr los medios de subsistencia vitales para sobrevivir.
Una circunstancia esta que es la que finalmente desemboca en el enriquecimiento de los que son propietarios de esos medios de producción gracias al trabajo y esfuerzo realizado por los obreros.
Resulta interesante resaltar que la teoría marxista diferencia entre la fuerza de trabajo y el trabajo en sí mismo, ya que el segundo es la concreción del potencial que representa la primera. En otras palabras, el trabajo es lo que resulta de la aplicación de la fuerza de trabajo.