Definición de fuentes del derecho
Para comprender qué son las fuentes del derecho, resulta necesario prestar atención a los términos que componen la expresión. Fuente tiene varias acepciones: en este caso, nos interesa su significado como el origen, el fundamento o la base de algo.
El derecho, en tanto, es el conjunto de las reglas y los principios que hacen posible la regulación de los vínculos sociales. El cumplimiento de estas normas, que se vinculan con los ideales de justicia, debe ser garantizado por el Estado, que dispone del monopolio del uso de la violencia para asegurar que los ciudadanos las respeten.
Las fuentes del derecho son las normas, las costumbres y los principios que se toman como base para el desarrollo de las reglas jurídicas.
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Qué son las fuentes del derecho
Con estas ideas en claro, podemos avanzar con la definición de fuentes del derecho. Así se denominan a las costumbres, los mandatos, las pautas y los criterios que sirven como base para la creación de las reglas jurídicas vigentes en una comunidad.
De todas maneras, hay que tener en cuenta que existen diversas miradas sobre la esencia de las fuentes del derecho. Muchos autores han analizado el tema e incluso es posible diferenciar las fuentes según la tradición del derecho de cada país.
Hay quienes entienden que las primeras fuentes del derecho fueron las prácticas, los hábitos, los usos y las creencias. A partir de la aceptación de ciertas usanzas o rutinas como válidas o aceptables, se establecieron las reglas a cumplir para mantener la armonía en la sociedad.
Con el surgimiento del derecho escrito, las fuentes del derecho quedaron registradas formalmente en las reglas, las leyes, las constituciones, etc.: un juez aplica una norma legal en virtud de lo ya indicado en la legislación. De todas maneras, también se aceptan principios del derecho natural y se tiene en cuenta la jurisprudencia.
Las fuentes del derecho pueden clasificarse de distintas maneras.
Clasificación según el tipo
Las fuentes del derecho se clasifican de distintas maneras. Se puede distinguir, por ejemplo, entre las fuentes formales (consagradas en las normas) y las fuentes materiales (actos abstractos o generales que producen modificaciones en el ordenamiento jurídico).
Por otra parte, se puede hablar de fuentes vinculantes, fuentes de producción, fuentes particulares… Según el aspecto que se considere, surgen diversas tipificaciones.
Leyes, doctrinas y fuentes del derecho
Más allá de las miradas, posturas o consideraciones, en un sentido amplio se puede afirmar que las leyes son las fuentes del derecho más usadas en la actualidad. Se trata de prescripciones que, de acuerdo a lo señalado en la Constitución, el Estado dicta a través del órgano con competencia en la materia.
Se entiende que las leyes, atendiendo el beneficio de todos los integrantes de la sociedad y respetando un criterio de justicia, pueden prohibir, obligar o autorizar un comportamiento. La aplicación de las leyes, de todos modos, depende de personas (los jueces). Así, adquiere importancia la doctrina, que se desarrolla a partir de posiciones mayoritarias de expertos sobre un tópico específico.
Un juez puede seguir la línea de una determinada doctrina para interpretar una ley y, como consecuencia, aplicarla. Las fuentes del derecho en las cuales se basa este juez, en este caso, son la ley propiamente dicha y la doctrina que observó. La ley, a su vez, puede haber nacido de una costumbre, por mencionar una posibilidad.