Definición de forúnculo
En el latín es donde se encuentra el origen etimológico del término forúnculo que ahora nos ocupa. En concreto, tenemos que exponer que procede de “forunculus”, cuyo significado original era “ladronzuelo”. Y es que derivaba de “fur, furis”, que era sinónimo de “ladrón”.
El término hace referencia a la hinchazón de la piel que se genera por la infección de un folículo piloso.
Recordemos que un folículo es una glándula que se ubica en las mucosas o en la piel y que tiene forma de saco. Piloso, en tanto, es aquello vinculado al pelo. Específicamente, un folículo piloso es una zona de la piel que concentra células madre y posibilita el crecimiento del cabello.
Cuando una bacteria provoca una infección en un folículo piloso, la piel se inflama y aparece un forúnculo. Por lo general la bacteria conocida como estafilococo dorado o estafilococo áureo (de nombre científico Staphylococcus aureus) es la causante de la infección que hace que la piel se hinche.
Los forúnculos suelen desarrollarse en zonas húmedas y pilosas del cuerpo, como las piernas, la ingle, las axilas o el cuello. Ciertas enfermedades, el sobrepeso y la higiene deficiente aumentan las posibilidades de infección. Una vez aparecido el forúnculo, puede transmitirse por contagio a otros individuos o propagarse por otras regiones corporales.
Entre los síntomas habituales que vienen a dejar patente la existencia de un forúnculo están que la piel se muestra enrojecida, aparece un bulto doloroso, ese citado bulto se puede presentar con una punta blanca-amarillenta a través de la cual saldrá la pus…
De la misma manera, no podemos pasar por alto que, en ocasiones, otros síntomas que dejan patente la existencia de aquel son malestar general, fiebre, picazón previa a la aparición definitiva del mencionado forúnculo, cansancio…
En ciertos casos, varios forúnculos terminan uniéndose y provocando una lesión de mayor extensión. Cuando se produce este fenómeno, se habla de ántrax o forunculosis.
Por lo general los forúnculos desaparecen de manera espontánea en un periodo no mayor a dos semanas. De todos modos, es posible aplicar compresas calientes y húmedas con el objetivo de apurar la curación.
Si la lesión es muy extensa o profunda, un médico puede indicar la realización de un drenaje quirúrgico. En concreto, el médico en cuestión puede determinar la necesidad de recurrir a la cirugía en varios casos:
-Si el forúnculo después de dos semanas sigue intacto.
-También se considerará la opción de la cirugía si ese forúnculo está consiguiendo generar un gran dolor a la persona.
-De la misma manera, se optará por esa vía cuando el forúnculo aparezca en lo que es la columna vertebral o incluso en lo que es la cara.
-También se recurrirá a esta alternativa cuando el forúnculo hubiera desaparecido y vuelva a aparecer.
Y es que no hay que olvidar que puede presentar complicaciones tales como infecciones en huesos, en la sangre, en el cerebro, en un órgano vital como el corazón e incluso en riñones, piel u otra serie de órganos.
Por otra parte, cuando existe el riesgo de que la infección se expanda a la médula o a otras partes del cuerpo donde podría provocar complicaciones de mayor gravedad, o si el paciente tiene fiebre, el profesional puede prescribir antibióticos.