Definición de flagrante
Flagrante es algo que flagra, es decir, que arde o que resplandece como el fuego. El concepto se utiliza para nombrar algo que se está ejecutando en el momento o que resulta tan evidente que no necesita pruebas. Por ejemplo: “La gente se indignó ante la flagrante mentira del diputado”, “No voy a permitir que incurra en una falsedad flagrante sobre mi persona”, “El engaño fue flagrante: no habrá perdón”.
En el ámbito del delito penal, se entiende por delito flagrante a aquel que se está ejecutando en el preciso instante. Lo flagrante, por lo tanto, tiene que ver con la inmediatez y con la posibilidad de detectar el delito en el mismo momento en que se está cometiendo.
Lo flagrante de un delito tiene consecuencias directas sobre el derecho. Ante un caso de delito flagrante, la policía puede ingresar a una casa particular sin autorización judicial para evitar que el delito prosiga. Encontrar a un delincuente inflagranti, por otra parte, facilita el procedimiento penal sobre la culpabilidad del acusado.
Si un patrullero policial está recorriendo una calle y los agentes observan cómo una persona empuja a otra y le arrebata sus pertenencias, los policías podrán bajarse del vehículo y capturar al delincuente. De esta manera, el asaltante podrá ser detenido por el delito flagrante.
Una de las ventajas de una captura de este tipo es que los agentes tienen contacto visual y auditivo directo con la escena del delito en el momento en el que se está cometiendo, lo cual facilita considerablemente el proceso de probar la culpabilidad del criminal.
Cuando la persona que se encuentra cometiendo un delito flagrante ocupa un cargo público que se considere aforado, el cual impediría en una situación normal que un agente de policía la detuviera sin una solicitud específica, también se puede pasar por alto dicho requisito, con el propósito de detener el avance del crimen antes de que sea demasiado tarde.
En el baloncesto, una falta flagrante o falta antideportiva es aquella que un juez sanciona cuando un jugador no tiene intención de jugar el balón. Lo habitual es que estas faltas sean sancionadas si el deportista sólo pretende golpear a su rival o si desea detener una situación de ataque por medios anti-reglamentarios.
La falta flagrante es considerada una falta personal grave y consiste en un exceso en el contacto físico de dos jugadores, o en el uso de violencia con la intención de causar daños. Se diferencia de una falta intencional, que se admite como una táctica permitida dentro del juego y que tiene como propósito parar el reloj.
La promulgación de la regla de falta flagrante tuvo lugar en los años 90 para intentar disuadir los contactos que ponían en riesgo la salud y la seguridad de los jugadores, además de ir claramente en contra de las bases del baloncesto. La NBA reconoce dos niveles distintos de falta flagrante, las cuales denomina con un número de orden (1 o 2), y cada árbitro tiene la discreción para determinar de qué tipo se trata cada infracción.
Una falta flagrante 2 acarrea la expulsión inmediata del jugador que la ha cometido; por otro lado, si alguien recibe dos flagrantes 1 durante un mismo juego, también es expulsado inevitablemente. Asimismo, cabe mencionar que existen multas monetarias que crecen constantemente a quienes cometen esta clase de infracciones, y el Comisionado de la NBA tiene la posibilidad de suspender a aquellos jugadores que abusen de las mismas, si así lo creen conveniente.
Cuando se produce un juego no deseado, la existencia de esta regla permite penar al infractor de forma acentuada, ya que además de las potenciales multas y la posibilidad de ser expulsado o suspendido, se le concede la posesión del balón y la adjudicación de tiros libres al equipo opuesto.