Definición de fisiología

La fisiología es la ciencia cuyo objeto de estudio son las funciones de los seres orgánicos. El término deriva del vocablo latino physiologia (“conocimiento de la naturaleza”), aunque tiene origen griego.

Para ser más específicos debemos aclarar que en general, las ciencias naturales se encargan del estudio de los objetos inanimados y de los seres vivos; la química, en particular, de las transformaciones de la materia, las físicas de los cambios de la energía, mientras que la fisicoquímica, analiza aquellos cambios que se producen por la combinación de modificaciones en la materia y la energía (químicos y físicos).

A través del método científico y de la experimentación, esta ciencia consigue saber cómo cambian los seres vivos dentro de un entorno y establecen reglas que determinen el comportamiento de la materia y la energía en el transcurso de la vida.

A su vez, dentro de las ciencias naturales existen tres grandes formas de comprender la vida, a través de la morfología (estudia la estructura de los seres vivos y su evolución), la fisiología (se basa en el estudio de los fenómenos particulares de los seres vivos y las leyes que rigen su existencia) y la biología (estudia las relaciones que se establecen entre un organismo y su entorno).

Gracias a la utilización de principios de las ciencias exactas, la fisiología se encarga de estudiar las interacciones de los elementos básicos del ser vivo con su entorno. Su objetivo principal es comprender los procesos funcionales de los organismos vivos y todos sus elementos.

Es posible distinguir también, dentro de esta parte de las ciencias biológicas diversas ramas, donde cada una se encarga de estudiar una estructura en particular; de este modo existen la fisiología humana o animal y la fisiología vegetal. La fisiología humana y la fisiología animal se encuentran relacionadas dadas sus similitudes y a que pertenecen al mismo reino, animal.

En lo que respecta a la fisiología animal, es importante mencionar que uno de los elementos de estudio en el que los especialistas basan sus investigaciones es la homeostasia (“posición similar” o “estabilidad similar”) para describir la persistencia de las condiciones constantes en el medio interno. Esta constancia es producida por las funciones de los órganos y los tejidos.

La fisiología vegetal, por su parte, se centra en el análisis del funcionamiento de los tejidos y órganos de las plantas. Uno de los procesos centrales de esta fisiología es la fotosíntesis, que supone la utilización de la luz para convertir la materia inorgánica del medio externo en materia orgánica que se utiliza en el desarrollo.

Los organismos que desarrollan la fotosíntesis se denominan fotoautótrofos (capaces, además de fijar el dióxido de carbono atmosférico) o autótrofos. El proceso de fotosíntesis en los vegetales implica la liberación de oxígeno hacia la atmósfera, lo que contribuye a la vida humana y a la disminución de la contaminación.

La fisiología es una ciencia

El estudio de la naturaleza a partir de cuestiones fisiológicas es sumamente antiguo, sin embargo esta ciencia como tal no se ha constituido hasta hace pocos siglos.

A lo largo de los años e investigaciones fueron descubriéndose cosas como la gran diferencia que existía entre músculos y tendones (que en la época de Aristóteles se confundían) que colaboró con el enriquecimiento de la ciencia, hasta llevar a su formación, con todas las leyes que derivaran del estudio de los seres vivos.

Es importante señalar, sin embargo, que la fisiología es una ciencia pura por lo que no debe tomarse tan sólo como una materia para las aplicaciones inmediatas, sino que sirva para elaborar tratados y estudios a largo plazo sobre los principios generales de la vida de los seres vivos.

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