Definición de fiscalización
Fiscalización es la acción y efecto de fiscalizar. El verbo indica el control y la crítica de las acciones u obras de alguien, o el cumplimiento del oficio de fiscal (la persona que investiga y delata operaciones ajenas o el sujeto que representa y ejerce el ministerio público en tribunales).
La fiscalización consiste en examinar una actividad para comprobar si cumple con las normativas vigentes. En el sector privado, la fiscalización puede ser decretada por el Estado (para comprobar si una empresa cumple con la ley) o de manera interna por las propias compañías (para controlar los balances, el stock y destino de las mercaderías, etc.).
Por ejemplo: ante una denuncia contra una empresa que supuestamente no entrega facturas por sus ventas, un organismo estatal decide iniciar la fiscalización de la firma para constatar que se esté cumpliendo el pago de los impuestos. Si el análisis de su actividad detecta que la empresa, efectivamente, omitió entregar facturas, el Estado puede actuar con algún tipo de penalización. En cambio, si la fiscalización demuestra que la compañía sí cumple con la ley, la denuncia queda desestimada.
Para corroborar que cada contribuyente paga correcta e íntegramente el monto de sus impuestos, la fiscalización se debe organizar en una serie de tareas bien definidas, las cuales se dividen en grupos. Por un lado, existen los procesos masivos, aquellos planes orientados al análisis de las actividades de un gran número de personas, para lo cual se emplean redes informáticas y una estructura que se basa en la efectividad y la eficiencia.
Estos planes se llevan a cabo a nivel nacional y, por lo tanto, estudian cientos de miles de casos mensualmente, en busca de inconsistencias en los pagos y las declaraciones de impuestos de los contribuyentes. Cabe mencionar que al día de hoy sigue existiendo un porcentaje moderado de gente que entrega sus declaraciones en papel, lo cual ralentiza el proceso.
Realizar un control sobre un volumen tal de actividades difiere sustancialmente de la fiscalización de un caso en particular; su mayor complejidad no reside en la cantidad, sino que de ésta surge la necesidad de complejizar los procesos para poder completarlos en menos tiempo. Por lo tanto, en lugar de verificar uno a uno los documentos, como sería posible al fiscalizar una tienda, se emplean avanzadas funciones que ayudan a detectar los datos inconsistentes.
Por otro lado, se encuentran los procesos selectivos, o sea, los planes que se enfocan en actividades o grupos de contribuyentes bien definidos, generalmente por haber incumplido con su obligación tributaria de manera muy evidente. Se trata de una estructura más flexible, ya que varía de acuerdo con el objetivo que se busque en cada caso; como es de esperarse, no se pueden realizar tantos seguimientos de este tipo al año, dado que acarrean el desplazamiento físico del personal y su total atención a cada operación en particular.
Cuando a través de la fiscalización se detectan actividades ilícitas que generan ingresos basados en la evasión tributaria, se procede a perseguir el fraude fiscal, un plan que tiene como objetivo disminuir la capacidad financiera y económica de los evasores para conseguir que cesen sus operaciones, las cuales perjudican económica y socialmente a su país.
En el sector público, la fiscalización implica controlar las actividades del Estado para confirmar que se ajusten a los principios de legalidad y eficiencia. Los contratos establecidos por la administración pública y el uso del patrimonio estatal están entre los factores que suelen ser sometidos a fiscalización.
La función fiscalizadora no debe quedar en manos del gobierno, ya que el control tiene que realizarse sobre las actividades desarrolladas por éste.