Definición de finalidad
Del latín finalĭtas, la finalidad es el fin con el cual se hace algo. Se trata del “por qué” que explica o justifica los motivos de una acción. Por ejemplo: “Con esta investigación, mi finalidad es descubrir el comportamiento de las personas en situaciones de estrés”, “Todo lo que hacemos tiene una finalidad, pero dicha finalidad no justifica cualquier comportamiento”, “¿Cuál es tu finalidad con todo esto? ¿Quieres hacerme daño?”.
La noción de finalidad puede asociarse a conceptos como meta u objetivo. La finalidad es aquello a lo que se apunta o que se desea conseguir. Se trata de un motor que impulsa a los animales a llevar a cabo diversas acciones o a proyectar en el corto o largo plazo.
Puede decirse que la finalidad es la meta de una acción.
Finalidad a corto y largo plazo
Cuando se realiza una acción concreta que tiene una finalidad a corto plazo, generalmente no se acompaña de otras acciones, dado que el objetivo no suele ser difícil de alcanzar, o bien requiere de una preparación previa de variada duración, pero que no debe repetirse cada vez que se pretende obtener los mismos resultados. Un ejemplo común es la ejecución de una pieza musical por parte de un profesional entrenado: si bien puede tratarse de una obra de gran virtuosismo, el estudio de la misma ocurre en un proceso previo a la interpretación.
Tomando la misma situación, si nos ubicamos en el momento en el cual la persona decide comenzar a estudiar dicha pieza musical, la finalidad de tal desafío se podrá alcanzar a largo plazo, y serán necesarias diversas acciones complementarias para superar cada fase con éxito (una primera lectura de la obra, prácticas focalizadas en las partes más complejas, perfeccionamiento de la afinación y aprendizaje de técnicas nuevas que puedan resultar útiles, entre muchas otras posibilidades).
La finalidad es un objetivo a alcanzar.
Objetivo de las acciones
En última instancia, todas las acciones tienen una finalidad, incluso las cotidianas o las más simples. La finalidad de alimentarse es nutrir el organismo, aunque también puede buscarse el placer al comer alimentos que son de nuestro agrado. Dormir también tiene una finalidad (recuperar fuerzas). De todas formas, suele hablarse de finalidad para hacer mención a acciones más complejas y conscientes que ameritan una explicación o un justificativo.
Sin embargo, hay quienes buscan apasionadamente una finalidad para cada acción que realizan, negándose a vivir espontáneamente incluso aquellos momentos generalmente relacionados con el ocio. El concepto de perfeccionismo está íntimamente ligado a esta obsesión por hallar una razón para cada fenómeno, para cada hecho, con el objetivo de poder controlarlos para, de este modo, evitar potenciales errores y eventos inesperados.
De acuerdo con el grado de perfeccionismo, la posibilidad de frustrarse ante el fracaso puede ser tan grande que no deje espacio alguno para la relajación. Cuando cualquier decisión debe tener una finalidad de peso, la vida se convierte en un campo minado, en una pista repleta de obstáculos impredecibles y de un amplio rango de dificultad, de manera que pestañear sin haberlo planeado con anterioridad puede ser suficiente razón para desmoronar toda nuestra estructura.
Finalidad según la razón y el instinto
Existen quienes afirman que los seres humanos somos los únicos animales capaces de razonar y de tomar decisiones complejas, ajenas a nuestros instintos; según este punto de vista, el resto de las especies pasan por la vida haciendo lo que dictan sus genes, sin posibilidad de encontrar objetivos nuevos y únicos para cada individuo. Por otro lado, tanto científicos como personas que conviven con animales no humanos aseguran que la realidad es muy diferente.
La filosofía considera que la finalidad es la tendencia hacia un fin de un objeto determinado. Existen tendencias encontradas según la escuela filosófica, ya que algunas posturas sostienen que los seres vivos y la naturaleza no tienen finalidad alguna.
Para el determinismo, todos los acontecimientos físicos (incluyendo el pensamiento) están causalmente determinados por una relación de causa y consecuencia. Esto implica que el futuro es potencialmente predecible de acuerdo con las condiciones del presente.