Definición de fenómeno natural
Se llama fenómeno a una manifestación perceptible o que un individuo registra en su consciencia. Natural, por su parte, es aquello propio de la naturaleza (en oposición a lo artificial, construido por el ser humano).
Un fenómeno natural, por lo tanto, es un suceso que se genera sin intervención humana. Se trata de un proceso o un acontecimiento producido por la naturaleza cuyas consecuencias pueden ser muy variadas.
Hay fenómenos naturales que son cotidianos y forman parte de la vida diaria de las personas. La lluvia, por ejemplo, es un fenómeno natural que no suele traer grandes complicaciones, más allá de que existan excepciones. Otros fenómenos naturales, en cambio, son menos frecuentes, como un terremoto o un tornado.
Muchas veces los fenómenos naturales pueden pronosticarse: es decir, preverse. De esta forma, es posible prepararse para sus potenciales efectos y minimizar los daños. Tomemos el caso de un huracán, que es un fenómeno natural consistente en el desarrollo de vientos muy intensos que giran en torbellino. Los meteorólogos están en condiciones de anticipar cuándo un huracán puede llegar a un determinado territorio: de este modo, se puede evacuar la zona o tomar determinadas medidas de protección.
Es importante mencionar que las eventuales consecuencias trágicas de los fenómenos naturales pueden estar relacionadas con la actividad humana. Una erupción volcánica es un fenómeno natural, pero si el hombre decide construir un pueblo al pie de un volcán en actividad y luego la erupción provoca un desastre, habrá responsabilidad humana. En cambio, si no hay ninguna urbanización en torno al volcán, posiblemente la erupción no cause ninguna tragedia.
Y en este caso entra en juego el concepto de tragedia, que es muy útil para entender el impacto de los fenómenos naturales en el planeta. Una tragedia es un hecho o una situación que resultan lamentables porque afectan de manera negativa a una comunidad o a una persona, pero este concepto es propio de los seres humanos; si bien puede incluir a otras especies si nos causa tristeza un accidente que sufre uno de sus individuos (como cuando se muere un animal al que amábamos), este término lo usamos nosotros, ya que ellos probablemente ven la vida de otra manera.
Dicho esto, es importante entender que para nuestra especie una inundación puede ser una tragedia, así como un incendio o un terremoto, pero no estamos seguros de que los demás animales lo interpreten del mismo modo: por terrible y devastador que pueda resultar un fenómeno natural de estas características para los seres que habitan los bosques, por ejemplo, quizás ellos lo aceptan como parte de la vida mientras que nosotros lo tomamos como una desgracia y esto nos suma peso a la hora de enfrentarlo.
Retomando lo dicho en un párrafo anterior, si no construyéramos casas en terrenos poco estables o en zonas que suelen sufrir inundaciones, por ejemplo, estos y otros fenómenos naturales pasarían desapercibidos por nosotros y no se convertirían en auténticas tragedias. Lo mismo podemos decir de aquellas ciudades que se levantaron en regiones de frecuentes movimientos sísmicos.
En estos casos, a diferencia de una lluvia común, se habla de fenómeno natural extremo, y se sabe que las catástrofes que a ellos asociamos podrían disminuir si prestásemos más atención al territorio. En este contexto, existen grupos de personas que luchan por reducir el riesgo de desastres naturales, y para ello proponen diferentes objetivos estratégicos que apuntan en gran parte a minimizar las pérdidas económicas que surgen como resultado de estos eventos funestos.
Dado que los fenómenos naturales son inevitables, lo único que podemos hacer es asegurarnos de reducir sus consecuencias al mínimo, y para ello la ordenación y la gestión del territorio resultan esenciales.