Definición de faldero
El adjetivo faldero se emplea para aludir a aquello vinculado a la falda. El término falda, en tanto, refiere al regazo de una mujer o a la prenda de indumentaria que cubre de la cintura para abajo.
Como calificativo de personas
A un hombre se lo califica como faldero cuando es mujeriego o cuando disfruta estando entre mujeres. También se le dice faldero al sujeto que tiende a obedecer las indicaciones o las instrucciones femeninas. Por ejemplo: “Ten cuidado con Claudio, es un faldero”, “No seas faldero y ven a tomar algo al bar con nosotros”, “Mi primo siempre ha sido faldero, desde pequeño solía pasar el día con las chicas del barrio”.
Un hombre faldero es mujeriego o sumiso ante las mujeres
En primer lugar, es necesario aclarar que el uso de este término es bastante antiguo, y que al día de hoy no responde a los estándares de igualdad y diversidad. No todas las mujeres usan falda; ni siquiera todas desean hacerlo. Cada mujer, cada persona es un mundo, razón por la cual no podemos armar un grupo de manera arbitraria, basándonos en una falsa característica que surgió como resultado de las imposiciones sociales. A pesar de todo esto, la mayoría de los hispanohablantes entienden el significado de faldero en este contexto.
De acuerdo con la primera acepción, por lo tanto, un hombre faldero se siente atraído por las mujeres a un punto en el cual le resulta difícil ser fiel. Esto se asocia con una falta de respeto por sus parejas, las cuales suelen durar poco tiempo. La segunda, en cambio, describe a un hombre que no puede tomar decisiones importantes antes de recibir la aprobación de una mujer muy cercana para él, como su madre o su esposa.
Alguien demasiado sumiso
De manera simbólica, se califica como perro faldero al individuo que es servil y que se somete a los designios de otro. Un perro faldero, o perrito faldero, es alguien que carece de iniciativa y que se limita a obedecer órdenes: “Nuestro presidente está actuando como el perrito faldero del mandatario estadounidense, su actitud es una vergüenza”, “Ten cuidado con López, es el perro faldero del jefe”, “Necesito un asistente que me corrija si estoy equivocado, no un perro faldero”.
En estas tres oraciones de ejemplo podemos apreciar un uso simbólico que se diferencia del expuesto en los primeros párrafos: no estamos hablando de alguien mujeriego ni de un hombre que necesite de la aprobación de una mujer para tomar decisiones, sino de un individuo que se sume a otro. Llamar perro faldero a alguien es una manera de insultarlo, aunque no sea la más agresiva, porque ataca directamente su individualidad, su capacidad de escoger su propio camino.
Como podemos notar al observar el primer ejemplo, se usa el diminutivo (perrito) para potenciar el significado de la expresión: el emisor no sólo cuestiona la autoridad de su presidente sino que subraya mediante este recurso su insignificancia. Si confundimos durante un segundo el sentido literal y el simbólico, podemos decir que ser tan pequeño le impedirá estar a la altura de su cargo.
Seguidamente tenemos una oración en la que el hecho de ser un perro faldero se toma como una actitud peligrosa, en cuanto a que la extrema lealtad a una persona nubla el sentido de justicia para con las demás. Finalmente, el último ejemplo nos muestra a un emisor que busca una opinión sincera, y sabe que no la encontrará en una persona con estas características, que la halague por miedo a herir sus sentimientos.
Nadie más cariñoso que un perro faldero
El perro faldero
Un perro faldero, por otra parte, es un can de tamaño pequeño que puede recostarse con comodidad en el regazo de cualquier persona. Los perros falderos también pueden ser sostenidos en brazos sin inconvenientes ya que son muy livianos.
Más allá del tamaño, la idea de perro faldero hace mención a un animal de buen carácter y amistoso. Por eso suelen ser elegidos por las familias como mascotas, ya que no son agresivos y por lo general resultan inofensivos.