Definición de expansionismo
El expansionismo es la propensión de una nación o una empresa a expandirse, incrementando su influencia o su dominio. De este modo, el expansionismo implica un aumento del poder.
Por lo general un Estado se vuelca el expansionismo con fines económicos. Existen diversos métodos que permiten desarrollar el expansionismo: en algunos casos incluso se apela al ataque militar para permitir la anexión territorial.
El expansionismo puede vincularse al imperialismo y al colonialismo. De todos modos, se lleva a cabo de distintas maneras y con múltiples pretextos. Hay países que justifican su expansionismo en cuestiones del pasado, como la pérdida de territorios en la antigüedad o la intención de reunificar varias entidades actualmente independientes.
Más allá del dominio militar, el expansionismo permite controlar fuentes de materias primas e imponer una cultura. Muchas veces también se asocia a lograr un sometimiento político.
Las medidas de Estados Unidos respecto a América Latina constituyen un ejemplo de expansionismo. Sus intervenciones en Panamá a comienzos del siglo XX, el impulso de una invasión en Cuba en 1961 y el apoyo a golpes de Estado en Guatemala, Chile y otros países muestran la intención estadounidense de imponer sus intereses en la región.
Cuba, por su parte, recurrió al expansionismo para tratar de instaurar el socialismo en Argelia, Congo, Bolivia y otros territorios. Además apoyó movimientos cercanos a la ideología de su régimen, como el chavismo en Venezuela.
En pocas palabras, por lo tanto, se habla de expansionismo para describir las intenciones de una nación de que sus fronteras se amplíen, de conseguir nuevas tierras para que su territorio se vuelva más grande a costa de las de otros países. Estos no siempre son vecinos, ya que lo más importante es imponer las propias tradiciones y mejorar sus estrategias militares, algo que presenta diferentes exigencias según la época y el caso.
Con respecto al expansionismo en estados imperiales, es común que sus deseos giren en torno a aprovechar los recursos de otros para su propio beneficio, sin que les importe el deterioro que les suponga a nivel económico esta explotación. Es una imposición despiadada con fines egoístas que en una persona no se toleran, pero en un país puede disimularse y sostenerse durante mucho tiempo gracias a la manipulación de las noticias.
Como se menciona en un párrafo anterior, el expansionismo también está vinculado al colonialismo. Cuando la Europa Imperial comenzó a dominar diferentes territorios, tanto en Asia como en África y en América, practicó lo que hoy en día definimos como expansionismo. Estas colonias tarde o temprano se independizaron, pero el paso de los europeos por sus tierras dejaron un rastro imborrable en su cultura.
A nivel corporativo, el expansionismo se refleja en el objetivo de acaparar el mercado, dejando fuera a los competidores. En este sentido resultan claves las adquisiciones de empresas y las fusiones para construir un monopolio o un oligopolio.
Es importante señalar que el expansionismo corporativo se puede practicar de varias maneras, por diferentes caminos, aunque el objetivo es siempre el mismo: dominar el mercado. La forma más evidente es también la menos refinada: adquirir empresas, grandes y pequeñas, que ya exhiban un buen rendimiento en el mercado, con la intención de aprovechar su éxito y potenciarlo con más dinero e influencia.
Pero algunas compañías optan por un camino más disimulado: invierten en equipos de gente talentosa con la esperanza de verla crecer y alcanzar grandes objetivos. En el largo plazo, estos equipos se vuelven una parte fundamental de la compañía, y la expanden cada vez más, a un nivel que vuelve difícil la competencia dada la versatilidad que se obtiene al incorporar a tantos trabajadores de diferentes campos.