Definición de exorcismo

La etimología de exorcismo nos lleva al latín tardío exorcismus, que a su vez deriva del vocablo griego exorkismós. El concepto hace referencia al ritual que se lleva a cabo con el objetivo de alejar al demonio.

Antes de continuar, es importante tener en cuenta que el exorcismo es una práctica vinculada a la fe y a la espiritualidad. Para que tenga lógica su realización, se debe creer en la existencia del diablo o de otras fuerzas malignas capaces de incidir en el mundo físico y en la vida de los seres humanos.

Para realizar un exorcismo, se suele apelar a la Biblia.

Exorcismo contra una posesión

Quienes consideran que el demonio, los espíritus y otros entes similares existen, suelen sostener que dichas entidades pueden tomar posesión de un animal, una persona, un objeto o un lugar. Lo poseído, de este modo, pasa a “funcionar” bajo el control de la fuerza en cuestión.

Siguiendo con esa creencia, se afirma que el exorcismo es el conjuro que permite expulsar al demonio de aquel o aquello que se encuentra poseído. El exorcismo consiste generalmente en una serie de acciones (como la pronunciación de ciertas palabras o la imposición de una cruz) que, según esta perspectiva, consiguen el alejamiento del diablo, el espíritu, etc.

«El exorcista» es una película basada en una novela cuya trama gira alrededor del exorcismo de una niña.

Religión vs. ciencia

Resulta imprescindible considerar desde qué perspectiva se analiza la cuestión del exorcismo. Mientras que para la religión católica es un procedimiento de gran importancia que fue realizado incluso por Jesucristo y cuyas fórmulas ya aparecen recogidas en publicaciones con más de mil años de historia, la ciencia afirma que se trata de un acto ajeno a la razón.

De acuerdo al Catecismo de la Iglesia Católica (CIC), la propia institución cuenta con el “poder” y el “oficio” para realizar exorcismos. Una vez confirmada, de acuerdo a los preceptos fijados por la religión, la posesión demoníaca, un obispo (o un sacerdote autorizado por él) puede proceder a la exorcización siguiendo la fórmula prevista.

Desde un punto de vista científico, en cambio, las posesiones no existen, con lo cual no es posible concretar un exorcismo. Dicho de otro modo: lo que se llama exorcismo es una práctica que no tiene sentido ya que, si no hay demonio, no se lo puede “sacar”. Muchos de los casos presentados como posesiones son, para los científicos, situaciones derivadas de enfermedades psiquiátricas o trastornos psicológicos.

El exorcismo en la literatura y el cine

Más allá de las diferentes posturas, lo cierto es que los exorcismos suelen generar fascinación. Por eso muchas novelas y películas giran en torno a estos ritos.

Posiblemente la obra más famosa de este grupo sea “El exorcista” (“The Exorcist”, en su idioma original), nacida como un libro escrito por William Peter Blatty que se publicó en 1971 y que dos años más tarde llegó al cine. Su trama gira en torno a Regan MacNeil (interpretada por Linda Blair en el filme), una niña que sufre una posesión y es sometida a un exorcismo.

“El exorcismo de Emily Rose” (“The Exorcism of Emily Rose”) es otra cinta popular centrada en esta temática. Se inspira en la historia real de una joven alemana que, apoyada por sus padres, abandonó un tratamiento psiquiátrico para ser exorcizada, falleciendo finalmente por deshidratación y desnutrición y sin recibir atención médica. Sus progenitores y los dos sacerdotes que participaron del ritual fueron juzgados y condenados por haber cometido un homicidio por negligencia.

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