Definición de etnomusicología
La etnomusicología es una disciplina científica que se dedica a estudiar la música en su contexto histórico, social y cultural. Esto quiere decir que no considera composiciones aisladas ni las características físicas del sonido, sino que analiza las creaciones como manifestaciones de seres humanos en un marco específico.
Suele afirmarse que la etnomusicología es la etnografía o la antropología de la música. Se trata de la investigación de la música desde una visión etnográfica, antropológica e incluso sociológica.
Para desarrollar sus estudios, la etnomusicología suele incluir el registro de la música en su sitio originario junto con entrevistas realizadas a los músicos autóctonos. Esto ayuda a detectar las particularidades que van más allá de lo artístico y permiten entender a la música como un reflejo de una cultura particular.
A partir de estas cuestiones, se afirma que la etnomusicología genera conocimientos acerca de las culturas musicales. Sus especialistas reflexionan sobre la función de la música para un pueblo y sobre cómo la música impulsa la construcción de una identidad.
Existen diferentes organismos e instituciones que se especializan en la etnomusicología. Uno de ellos es el Instituto de Investigación en Etnomusicología del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires (Argentina), que gestiona esta área a través de la Dirección General de Enseñanza Artística.
El Instituto de Investigación en Etnomusicología de Buenos Aires toma al discurso musical como una práctica expresiva representativa de una comunidad. Al estudiarlo, es posible descubrir qué procesos comunicacionales, sociales y culturales subyacen en él y favorecen su producción y su transmisión.
No debemos olvidar que la música probablemente haya surgido en el contexto del trabajo, en nuestros lejanos antepasados, como una forma de amenizar sus arduas tareas de tala y recolección. En aquellas épocas tan remotas, se estima que los grupos que pasaban varias horas fuera intentaban adaptar los ruidos y sonidos propios de sus actividades a un ritmo en común, para crear lo que hoy en día conocemos como «percusión».
Poco a poco, seguramente hayan incluido sonidos entonados para dar lugar a melodías improvisadas, en lo que fue el origen de la música. Lejos de las posibilidades de intercambio cultural que tenemos en la actualidad, los primeros seres humanos no se influenciaban en otras sociedades a la hora de crear su propia música, y esto apoya el carácter étnico que estudia esta disciplina.
Aquí no entran el estilo ni el mercado, sino las necesidades propias de cada cultura, sus inquietudes y su experiencia, todos aspectos únicos que permiten la creación de una música diferente a todas las demás. Si bien los expertos cuentan con datos y técnicas que les permiten analizar la música de las diferentes regiones y épocas, esta autenticidad podemos percibirla todos, y nos ocurre cuando escuchamos música folclórica de algún sitio por primera vez.
Con respecto al surgimiento de la etnomusicología, debemos señalar que el ser humano se ha sentido atraído por la música y sus diferentes orígenes desde que comenzó a visitar otros territorios. Algunos de los documentos más antiguos que demuestran este interés vienen del siglo XVI, y se centran en la música de los indígenas del continente americano. Durante los dos siglos siguientes, por otra parte, el Iluminismo se caracterizó por una marcada curiosidad en ampliar el saber.
A lo largo del Romanticismo, un movimiento cultural que comenzó a finales del siglo XVIII en Reino Unido y Alemania, se escribieron diversas monografías acerca de la cultura musical que provenía de países orientales. Además, el renombrado musicólogo Theodore Baker, nacido en Estados Unidos, empezó a usar la música como parte de sus investigaciones dentro del campo de la etnografía, la ciencia enfocada en el estudio de los pueblos con sus respectivas culturas.