Definición de etnocentrismo
El etnocentrismo es un concepto elaborado por la antropología para mencionar la tendencia que lleva a una persona o grupo social a interpretar la realidad a partir de sus propios parámetros culturales. Esta práctica está vinculada a la creencia de que la etnia propia y sus prácticas culturales son superiores a los comportamientos de otros grupos.
Una visión etnocentrista juzga y califica las costumbres, las creencias y el lenguaje de otras culturas de acuerdo a una cosmovisión considerada como deseable (que siempre es la propia). Las diferencias entre uno y otro grupo constituyen la identidad cultural.
El etnocentrismo consiste en la interpretación de la realidad partiendo de los parámetros culturales propios.
Una tendencia frecuente
El etnocentrismo es una tendencia común a cualquier grupo humano. Resulta usual que los elementos de la propia cultura sean calificados o comentados en términos positivos, describiendo de forma negativa las creencias y costumbres ajenas. Las prácticas de uno mismo son consideradas normales y hasta lógicas, a diferencia de los comportamientos exóticos y poco entendibles del otro.
Los antropólogos y otros científicos sociales deben esforzarse por no caer en el etnocentrismo a la hora de analizar las culturas que les resultan ajenas. El investigador debe luchar constantemente contra la tentación de considerar su propia estructura cultural como normal o superior para realizar un trabajo objetivo. El etnocentrismo también impide el aprendizaje (no puedo aprender de algo que considero inferior o menos valioso que lo que ya tengo).
El respeto por la propia identidad no implica tener una visión etnocéntrica del mundo: por el contrario, valorar las diferencias culturales es una forma de realzar nuestra propia historia.
Lo opuesto al etnocentrismo es el relativismo cultural.
Etnocentrismo y relativismo cultural
Desde sus orígenes, la antropología ha luchado para combatir el etnocentrismo que pondera a unas culturas sobre otras y genera una gran discriminación y disparidad en torno de las necesidades de los pueblos; donde quienes consiguen mayores beneficios son los grupos hegemónicos.
El etnocentrismo es un universal cultural; en todas partes hay personas que creen que su forma de entender la vida y costumbres es la correcta en detrimento de aquellos grupos que no las compartan. De hecho consideran que aquellos comportamientos diferentes son extraños o salvajes.
Existe además otro concepto que se conoce como relativismo cultural, que está ubicado en el extremo opuesto al etnocentrismo. Esta corriente de pensamiento afirma que ninguna cultura debe ser juzgada a partir de los patrones de otra.
Como todo razonamiento extremo, también el relativismo cultural puede ser negativo porque puede ser tolerante con aquellos comportamientos que atentan contra la vida o la libertad de los individuos que forman parte de un pueblo. Es decir que, desde este punto de vista, deberíamos aceptar las ideas preponderantes de la Alemania nazi, al igual que aceptamos las que provienen de la Grecia clásica.
El estudio de las culturas
Es importante que los antropólogos, desde un punto de vista objetivo, sensible y ante todo, transcultural, estudien una cultura, pero sin ignorar aquellos valores que tienen que ver con la justicia y la ética, los cuales deben apuntar a la defensa de la individualidad de todas las personas en cualquier ámbito cultural.
Podría decirse que dentro de una postura etnocentrista, la forma de acercarse a otra cultura sería desde una postura autoritaria que considera que todo aquello que se aleje de la propia sociedad es primitivo, inmaduro y hasta despreciable. Cabe mencionar que estos pensamientos niegan el proceso de la hominización y la historia de la diversidad humana.
Por su parte el relativismo cultural afirma que los rasgos característicos de un lugar deben analizarse únicamente dentro del sistema que pertenecen y que son tan dignos de respeto como los de cualquier otro.