Definición de estandarización
Se denomina estandarización al acto y el resultado de estandarizar: ajustar a un estándar. La estandarización, por lo tanto, implica concertar algo para que resulte coincidente o concordante con un modelo, un patrón o una referencia.
También llamada normalización, la estandarización es un proceso que se lleva a cabo para crear y aplicar normas que se emplean a nivel general en un cierto contexto. Cuando se establecen disposiciones especialmente pensadas para un uso repetido y común, es posible lograr un ordenamiento determinado que contribuye a la resolución de un problema (potencial o real).
La estandarización busca que diferentes elementos concuerden con una referencia o un patrón.
Objetivo de la estandarización
La finalidad de la estandarización es la formulación de reglas que permitan el desarrollo ordenado de una actividad para que todos los actores que participan del sector obtengan un beneficio de dicho ordenamiento.
Dicho en otras palabras, por medio de la estandarización podemos conseguir que todos los participantes de una actividad determinada se encuentren con los mismos parámetros, elementos y reglas, aunque no estén trabajando en la misma ubicación geográfica. Esto abre las puertas a posibles colaboraciones en mitad de un proyecto de sin necesidad de capacitar de manera específica a los trabajadores que se van incorporando.
La estandarización es importante en el terreno de la programación.
Procesos internos
Las grandes empresas multinacionales se mantienen en pie gracias a la implementación de diversas tácticas y estrategias de mercado que les permiten hacer frente a las inmensas demandas de los diferentes mercados en los que operan, y la estandarización interna de sus herramientas es una de las decisiones claves para conseguir el éxito. No importa en qué país resida cada uno de sus empleados ni las diferencias culturales que esto implique, las normas generales dentro de la oficina serán las mismas para todos.
La estandarización de procesos dentro de una empresa supone un importante ahorro monetario, así como un considerable incremento en la productividad. Tomemos el caso de una compañía dedicada al desarrollo de software, una actividad muy común desde la masificación de Internet. Un mismo programa puede ser creado de infinitas maneras, haciendo uso de muchas herramientas y lenguajes diferentes; por esta razón, es importante definir con rigurosidad el camino a seguir para que todos los empleados trabajen de la misma forma.
En una empresa de este tipo, la estandarización también afecta el modo de programar, es decir de concebir y estructurar el código fuente de los programas. La programación es una disciplina muy particular, que muchos consideran un arte, ya que se adapta al estilo y las necesidades de cada desarrollador, en lugar de imponer una serie de fórmulas inamovibles. Gracias a la estandarización, todos los programadores dentro de la compañía sabrán cómo estructurar el código, cómo declarar sus clases, funciones y variables, cómo y cuándo agregar comentarios para dejar constancia de sus decisiones o alertar de ciertos errores que aún no han sido corregidos, etcétera, de manera que un mismo proyecto pueda pasar de un equipo a otro con un período de adaptación casi inexistente.
Normas ISO y estandarización
La International Organization for Standarization (ISO) es la entidad mundial que se encarga de crear los estándares que rigen diversas actividades. Esta institución está formada por las distintas organizaciones nacionales de estandarización.
Los miles de estándares creados por la ISO ayudan a fomentar el comercio internacional, ya que favorecen el desarrollo de servicios y productos que resultan fiables y cuya calidad está garantizada por las certificaciones.
Para los productores, la estandarización es útil debido a que disminuye el gasto y los fallos. Los consumidores, por su parte, consiguen mayor seguridad al adquirir productos o contratar servicios que ostentan una norma ISO, al saber que se ajustan a los estándares acordados a nivel internacional.
Cabe destacar que, más allá de la ISO, existen otras organizaciones mundiales de estandarización de distintos sectores, como la International Air Transport Association y la International Electrotechnical Commission.