Definición de esgrimir
Aunque el recorrido etimológico del verbo esgrimir no está claro, se cree que el término podría derivar del occitano escremir, vinculado a la práctica de esgrima.
La primera acepción que menciona el diccionario de la Real Academia Española (RAE), en este sentido, alude al manejo de la espada y de otro tipo de armas blancas. Al esgrimir, una persona acomete con su espada al oponente mientras se defiende de los ataques rivales.
Precisamente, existe el sustantivo esgrima, que designa un deporte del que participan dos personas simultáneamente haciendo uso de un sable (también llamado florete) y vistiendo un traje que les brinda protección en todo el cuerpo, incluyendo el rostro.
El uso más habitual de la noción, de todos modos, es simbólico. Esgrimir implica utilizar algo como arma para alcanzar un cierto objetivo o justificar una acción. Por ejemplo: “El joven detenido se apresuró a esgrimir que tenía derecho a contar con un abogado antes de realizar cualquier declaración”, “El presidente del club renunció sin esgrimir argumentos y sorprendió a los socios”, “El conjunto local deberá esgrimir su mejor versión si desea obtener un resultado positivo”.
Esgrimir, por lo tanto, puede vincularse a manipular un objeto físico o a apelar a ciertas expresiones en un determinado contexto. En el primer caso, podemos hablar de “esgrimir un revólver” (si una persona extrae un arma de fuego de su pantalón y amenaza a otros sujetos) o de “esgrimir una navaja” (un ladrón que intenta amedrentar a sus víctimas con este elemento), por citar dos posibilidades.
En el segundo caso, se podría hacer referencia a “esgrimir críticas” (un periodista que tiene una opinión negativa del plan económico de un gobierno), “esgrimir una reflexión” (un sociólogo analizando una cierta problemática), “esgrimir razones” (alguien justificando un hecho), etc.
Los usos que recibe el término esgrimir no siempre responden directamente a la acepción de «usar un recurso para alcanzar un objetivo determinado», sino que vuelven su significado un tanto más difuso, aproximándolo al de verbos como exponer y elaborar, dependiendo del caso. Siempre tiene de fondo un cierto grado de intención, una fuerza que empuja la acción hacia una meta, aunque ésta no sea tan definida o nítida como la obtención de una recompensa.
A veces se esgrime una visión acerca de un problema social, o una teoría que desmantela las opiniones existentes hasta el momento de un tema determinado, con lo cual no siempre existe un objetivo tan claro como «ganar la aprobación de alguien», sino que puede ir detrás de la autosuperación o invitar a la reflexión del interlocutor.
Si bien se trata de un verbo bastante usado en los medios de comunicación, no es tan común en el habla cotidiana y por esta razón es necesario encontrar algunos sinónimos que puedan reemplazarlo en el contexto de una conversación informal. Dado que en este caso tenemos dos formas de entenderlo, una que hace referencia a una acción física y otra a una simbólica, también encontramos dos listas de sinónimos: por un lado, tenemos los verbos manejar, desafiar, blandir, empuñar, atacar, enfrentarse y defenderse; con respecto a la segunda acepción, podemos sustituir la palabra esgrimir por utilizar, emplear, argüir, recurrir, rebatir y servirse.
Dadas las características de este término, resulta lógico que no cuente con antónimos, ya que la idea opuesta sería simplemente «no esgrimir», «no empuñar un arma blanca», «no recurrir a un argumento«. Este caso no es único, sino que existen muchas palabras en nuestra lengua que representan conceptos alejados de los polos, en cuanto a que describen acciones que no tienen una equivalente en el otro extremo, como sí ocurre con «abrir» o «subir», por ejemplo.