Definición de esencial

Antes de entrar de lleno en la definición de esencial, tenemos que exponer que se trata de una palabra que deriva del latín. En concreto, procede de “essentials”, que puede traducirse como “relativo a la esencia”.

El concepto alude a lo que está vinculado a la esencia: aquello que es invariable o primordial en algo, constituyendo su naturaleza.

Lo esencial, por lo tanto, puede ser lo más importante o lo fundamental. Por ejemplo: “En estos casos, lo esencial es mantener la calma y dejar que actúen los especialistas”, “Este jugador es esencial en el esquema del director técnico”, “La harina y el aceite son esenciales en esta receta, pero los demás ingredientes pueden variar”.

Entre los sinónimos de esencial nos topamos con palabras tales como sustancial, indispensable, principal, central o necesario, por ejemplo. Por el contrario, entre sus antónimos nos encontramos con términos tales como secundario, accidental o extrínseco.

En el terreno de la bioquímica, se califica como esencial a una sustancia o un compuesto que el organismo no puede sintetizar y, por lo tanto, tiene que ingerirse a través de la alimentación.

Se denomina aceite esencial a un líquido vegetal que se caracteriza por su fragancia intensa. Los aceites esenciales pueden encontrarse en numerosas especies: se trata de fluidos empleados en la perfumería, que suelen estar compuestos de hidrocarburos y productos derivados.

Un aceite esencial es una combinación de diferentes sustancias químicas que sintetizan las plantas y que le otorgan su olor característico. Estos aceites tienen poca densidad y se oxidan al estar en contacto con el aire.

La ubicación de los aceites esenciales varía según la planta. Es posible encontrar aceite esencial en la cáscara de un limón, en las hojas de la citronela y en las flores del jazmín, por citar algunas posibilidades.

Para la elaboración de perfumes y otros productos aromáticos, el aceite esencial se diluye en agua o en un aceite base. Debido a su alta concentración, esto es imprescindible ya que el contacto directo con la piel o con los ojos puede causar daños.

De los aceites esenciales podemos destacar además que, para que se conserven adecuadamente, hay que guardarlos en un lugar fresco y, a ser posible, en un recipiente de tipo opaco. Además, hay que subrayar que no están recomendados para las mujeres que se encuentran esperando un hijo.

Numerosos son los aceites de ese tipo que hoy se usan para multitud de situaciones y de acciones. No obstante, entre los más significativos se encuentran los siguientes:
-El de lavanda, que se considera que es muy útil para las personas que sufren estrés e incluso para las que tienen problemas para conciliar el sueño. Y es que ayuda a relajarse y también a dormir. En concreto, se puede inhalar o bien dejar algunas gotas del mismo sobre la almohada.
-El aceite esencial de romero tenemos que establecer que es otro de los más usados en la actualidad. Se considera que es una buena medida para mejorar la circulación de las piernas e incluso para aliviar lo que son las molestias en la zona de la espalda.
-El aceite esencial de manzanilla, por su parte, es el que se utiliza hoy para distintas cosas. Así, no solo se recomienda para las personas que tienen problemas de insomnio sino también para los deportistas, ya que posee lo que son propiedades antiinflamatorias.

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