Definición de equilibrio químico
El primer paso que vamos a dar en pro de conocer el significado del término equilibrio térmico es conocer el origen etimológico de las dos palabras que le dan forma:
-Equilibrio, en primer lugar, procede del latín, en concreto de “aequilibrium”, que es fruto de la suma de dos partes bien diferenciadas: “aequus”, que puede traducirse como “igual”, y el sustantivo “libra”, que es sinónimo de “balanza”.
-Químico, en segundo lugar, podemos determinar que procede el árabe “kimiyá”, que es sinónimo de “piedra filosofal” o “alquimia”.
La idea de equilibrio aparece en distintos ámbitos vinculados a la ciencia. El equilibrio, en este marco, es un estado o una situación donde existe armonía o ecuanimidad. La noción también alude a lo que ocurre cuando las fuerzas que actúan en un sistema se contrarrestan entre sí.
Lo químico, por otra parte, se relaciona a la composición de los cuerpos. A la ciencia dedicada al análisis de las propiedades, la estructura y los cambios de los cuerpos, de hecho, se la denomina química.
A partir de estos conceptos, podemos comprender qué es el equilibrio químico. Así se denomina al estado en el cual la concentración de un producto o reactivo y la actividad química no registran modificaciones netas en el tiempo.
Al equilibrio térmico se llega cuando el desarrollo de una reacción reversible se lleva a cabo en la idéntica proporción que su reacción inversa. La velocidad de estas reacciones, por lo tanto, son iguales y no se producen variaciones netas en las concentraciones.
Cabe recordar que una reacción química es un proceso que lleva a las sustancias (los reactivos) a experimentar cambios en su estructura molecular y en sus enlaces, convirtiéndose en productos. Cuando los reactivos son mezclados, no se transforman en productos en su totalidad. Luego de un cierto tiempo, si las reacciones opuestas alcanzan la misma velocidad de reacción, se crea el equilibrio químico y la relación que establecen los reactivos y los productos queda fija.
Además de todo lo expuesto, no podemos pasar por alto el hecho de que el equilibrio químico puede romperse, es decir, puede modificarse. En concreto, eso se puede producir por distintas perturbaciones, entre las que podemos destacar las siguientes:
-Puede tener lugar un cambio en lo que es la temperatura.
-De la misma manera, cabe la posibilidad de que se produzca el fin del citado equilibrio químico porque se ha producido una modificación en lo que es el volumen. Esta situación puede producirse cuando entran en juego lo que son gases.
-Asimismo, también un cambio en la concentración de ciertos reactivos puede propiciar esa alteración del equilibrio.
Además de todo lo expuesto, no hay que pasar por alto el hecho de que en torno a esas variaciones en el equilibrio existe lo que se conoce como el Principio de Le Chatelier. Este indica que un cambio en el estado de aquel trae consigo lo que es un desplazamiento en el sentido de minimizar lo que es el efecto originado por la perturbación.