Definición de epitelio

El recorrido etimológico de epitelio se inicia en un vocablo griego compuesto: epi (que se traduce como “sobre”) y thēlḗ (término que alude al “pezón”). Estos conceptos llegaron al latín científico como epithelium. En un primer momento, la idea refería al tejido que forma parte de la papila mamaria.

Luego, con el paso del tiempo, comenzó a utilizarse la noción de epitelio para nombrar al tejido compuesto por células que mantienen un contacto directo, cuya función es revestir conductos, cavidades y la superficie del organismo. Puede decirse, por lo tanto, que el epitelio o tejido epitelial se forma por la unión en capas de células que recubren los espacios orgánicos libres.

Los órganos, las glándulas y las mucosas presentan epitelio. Cuando el epitelio da lugar a los órganos de los sentidos, se habla de epitelio sensorial. El epitelio que compone el sector secretor de las glándulas, por otra parte, recibe el nombre de epitelio glandular o epitelio secretorio. El epitelio que alberga las células con melanina, por otro lado, es el epitelio pigmentario, mientras que el epitelio que compone la capa exterior de las mucosas y la epidermis se denomina epitelio de revestimiento.

Entre las características del epitelio, cabe mencionar que no cuenta con vasos sanguíneos (es avascular). Al carecer de irrigación propia, este tejido necesita los metabolitos y el oxígeno que obtiene de los vasos del tejido conectivo que le brinda sostén.

La estrecha cohesión de las células que lo componen y la capacidad de regeneración son otras propiedades de este tipo de tejido, que cumple funciones de protección y de absorción y secreción de sustancias.

Es posible reconocer varias clasificaciones de epitelios, según el criterio que se tome en cuenta. Veamos a continuación algunas de las más importantes, comenzando por la que se realiza en base a su función:

* epitelio pavimentoso: también se conoce como epitelio de revestimiento, y se trata de aquél que recubre por dentro las cavidades y los conductos del organismo o la piel por fuera. Sus células se ubican en forma de láminas;

* epitelio glandular: posee una capacidad considerable para la producción de sustancias. Su función principal es la formación de las glándulas;

* epitelio sensorial: forman parte de él las denominadas células sensoriales;

* epitelio respiratorio: es el que se asocia a las vías aéreas;

* epitelio intestinal: tiene células independientes, que tienen funciones sensoriales diferentes.

Si tomamos en cuenta su forma, entonces las células de tipo epitelial pueden clasificarse en los siguientes tres grupos:

* epitelio escamoso: también se conoce como epitelio plano y lo conforman células planas, cuya altura es mucho menor que su anchura. Su núcleo tiene forma aplanada;

* epitelio cúbico: lo componen células de forma cúbica que tienen la misma proporción de anchura y altura. Su núcleo es redondo;

* epitelio prismático: también se denomina cilíndrico y sus células son columnares, nombre que se debe al hecho de que su altura supere considerablemente su anchura. Su núcleo es ovoide.

Un tercer criterio posible para clasificar los epitelios es la cantidad de capas de células que lo conforman. En este caso, tenemos los siguientes tres tipos:

* epitelio simple: otro nombre que recibe este tipo de epitelio es monoestratificado, y se trata del que tiene una sola capa de células;

* epitelio estratificado: aquí entran los que tienen más de una capa de células, las cuales deben estar ordenadas, formando diversas líneas de núcleos;

* epitelio pseudoestratificado: lo forma una sola capa de células pero su forma no posee un orden específico.

Por otra parte, se encuentra el epitelio ciliado, cuyas células tienen cilios, el epitelio flagelado, que posee flagelos encargados de agitar el líquido de los órganos tubulares, y el epitelio con microvellosidades, las cuales tienen una función absortiva para permitir que pasen las sustancias a través de su estructura.

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