Definición de emisión

Del latín emissio, el término emisión está relacionado con la acción y efecto de emitir (arrojar o echar algo hacia fuera, poner en circulación títulos o valores, manifestar una opinión o juicio, lanzar ondas hercianas para difundir información).

Una emisión, por lo tanto, puede estar constituida por el conjunto de efectos públicos u otro tipo de valores que son puestos en circulación. Por ejemplo: “Telefónica ha anunciado la emisión de un millón de nuevas acciones por un valor total que supera los diez millones de euros”, “La emisión de deuda es la única alternativa que nos queda para salvar a la compañía”.

Los programas de televisión o radio también suelen recibir el nombre de emisión: “En la emisión de hoy tendremos la presencia del último campeón del Abierto de París”, “La emisión del próximo viernes será pospuesta, dado que tendrán lugar las elecciones municipales”.

Se denomina emisión contaminante, por otra parte, a los residuos que son emanados por la actividad humana, ya sea industrial o doméstica, y que afectan al medio ambiente. La emisión de gases tóxicos por parte de los coches se conoce con el nombre de emisión vehicular, y contribuye considerablemente con la formación de smog en las ciudades, lo cual dificulta la respiración, así como la recuperación y el cuidado de quienes sufren enfermedades tales como el asma.

Las emisiones atmosféricas están formadas por el conjunto de sustancias que se vierten a la atmósfera, como el dióxido de carbono, el óxido de nitrógeno, el monóxido de carbono y el dióxido de sulfuro. Esta definición implica que la contaminación producida por los coches forma parte tanto de las emisiones vehiculares como de las emisiones atmosféricas, lo que muestra la amplitud de este tipo de categorías.

Con respecto a la música, la emisión del sonido es un tema fundamental que debe estudiar todo músico y que varía para cada instrumento. En el caso del canto, la gente suele hablar de la garganta de los grandes cantantes, adjudicándole cualidades, creyendo que se trata del componente más importante de su cuerpo; pero la realidad nos demuestra que las cuerdas vocales (la parte del cuerpo a la cual hace se referencia, de manera poco precisa, cuando se menciona la «garganta») representan un pequeño porcentaje del cuadro completo de un profesional de la voz.

Si bien no todos los cantantes y maestros de canto están de acuerdo en la jerarquía de los distintos conceptos que giran en torno a la emisión de la voz, la respiración suele ser considerada muy importante por una amplia mayoría; y es que el aire que sale de los pulmones es el único elemento que hace contacto con las cuerdas vocales, para hacerlas vibrar y generar lo que, más adelante, se convertirá en notas.

Uno de los puntos más importantes a tener en cuenta a la hora de respirar durante la ejecución de una canción es la cantidad de aire necesaria; si se inspira en exceso, resulta más complicado retener y administrar el aire, por lo cual es probable que se escape y que ejerza demasiada fuerza sobre las cuerdas vocales, o que genere un agotamiento mayor al esperado y que esto repercuta en la interpretación. Para comenzar con el proceso de una correcta emisión de sonido vocal es fundamental aprender a utilizar pequeñas porciones de aire, las necesarias en cada momento.

Una vez controlada la respiración, es necesario hacer uso de los resonadores presentes en nuestro cuerpo, partes óseas tales como nuestros pómulos y nuestras costillas, para timbrar, embellecer y proyectar eficientemente cada uno de los sonidos que producimos. La sana emisión de la voz se caracteriza por la ausencia de fatiga y molestias luego de cantar, y por un flujo de sonido que no haga necesario el uso de un micrófono, dado el inteligente aprovechamiento de los amplificadores naturales con los que contamos.

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