Definición de elite
El término elite, que también puede acentuarse en la primera E (élite), alude a un grupo minoritario que goza de privilegios o que ocupa el estrato superior de la sociedad. Por lo general se asocia la elite a la clase dominante o a quienes exhiben su supremacía en un determinado ámbito.
Por ejemplo: “La elite de esta ciudad siempre fue conservadora y reaccionaria”, “Mi sueño es convertirme en un deportista de elite: estoy entrenando mucho para lograrlo”, “Un grupo de elite de la policía se encargó de llevar adelante la investigación”.
Muchas veces se distingue entre varias elites según su sector de influencia. La elite económica de un país o de una región, por citar un caso, está formada por las familias de mayor riqueza. La elite política agrupa a los principales dirigentes, mientras que la elite cultural tiene entre sus integrantes a las personas que ejercen influencia en una cultura a través del arte, el trabajo intelectual, etc.
En el deporte, los competidores de elite son quienes participan de los eventos profesionales más importantes del mundo. Los corredores de Fórmula 1 son automovilistas de elite, así como los jugadores que forman parte de equipos de la NBA son basquetbolistas de elite. En cambio, el joven que juega al fútbol con sus amigos en un parque no es un futbolista de elite.
Elite, por otro lado, es un nombre que utilizan diversas empresas a nivel mundial: un fabricante de productos hechos con papel tisú, una compañía que desarrolla videojuegos y una agencia de modelos comparten esta denominación.
Como puede intuirse a simple vista, el término elite no es propio de nuestra lengua, es decir, no se originó en ella sino que lo tomamos del francés, donde surgió a partir de uno latino, eligere, que puede traducirse como «seleccionar» o «elegir». En su versión francesa se escribe «élite«, aunque debemos notar que el acento sobre la E no indica intensidad, como pasaría si se tratara de una palabra castellana, sino que dicha letra es cerrada (algo imposible de reproducir con nuestros sonidos).
Esto llevó a la gente de habla hispana a malinterpretar su pronunciación, ya que asumieron que debían intensificar la primera letra, y por esta razón en la actualidad el diccionario de la Real Academia Española propone «élite» como la versión más correcta, y «elite» como una alternativa también aceptada. En este caso, a la lengua inglesa llegó con una fonética más parecida a la original, y cuando impactó en nuestra cultura nos permitió corregir nuestro error, aunque por un camino indirecto.
Para la sociología y la psicología, este concepto tiene un lugar de bastante importancia. A mediados del siglo XX, el sociólogo norteamericano Charles Wright Mills lo definió como un grupo de escasa extensión, capaz de controlar la política, las compañías más poderosas e incluso el ejército.
Desde el punto de vista de la psicología, la elite describe a un pequeño grupo de gente que provoca en la mayoría una profunda falta de seguridad, confianza y optimismo en sus propias oportunidades, a causa de haber acaparado más recursos de los que le correspondían, en perjuicio de los otros. Es importante señalar que no se puede definir con absoluta precisión la lista de integrantes de dicha elite en la sociedad, sino que para cada persona puede cobrar formas diferentes, dependiendo de varios factores, como ser su trasfondo y sus expectativas.
Los medios de comunicación juegan un papel fundamental en la fuerza que la elite ejerce en la sociedad: si presentan a este grupo de gente como el privilegiado, como un objetivo que todos deberíamos plantearnos, generan un resentimiento en quienes se creen incapaces de acceder a él.