Definición de efusión

El concepto de efusión proviene del vocablo latino effusio. El término tiene diferentes acepciones de acuerdo al contexto.

La efusión puede hacer mención a un nivel elevado de intensidad en lo referente a la alegría o a la felicidad. La persona efusiva exhibe y comparte sus sentimientos y sus emociones de manera notoria.

Por ejemplo: “El tenista celebró la obtención del trofeo con mucha efusión, gritando y saltando en el medio de la cancha”, “Al finalizar el concierto, el público comenzó a aplaudir con efusión”, “Pensé que mi abuelo se iba a alegrar al verme, pero no hubo efusión en su recibimiento”.

Efusión también es el derramamiento de sangre o de otro fluido. El término además suele emplearse para nombrar a una acumulación patológica de líquido en una zona hueca del organismo.

La efusión pleural, en este sentido, ocurre cuando se acumula líquido entre las capas de la pleura, que es la membrana que recubre los pulmones. La efusión pericárdica, en tanto, se produce cuando el líquido se deposita en la cavidad pericárdica.

La efusión de un gas, por otro lado, se genera si la sustancia gaseosa que se encuentra bajo presión sale de un recipiente a través de una abertura, llegando así al exterior. Este fenómeno se debe a la energía cinética que tienen las moléculas, las cuales se encuentran constantemente en movimiento.

Las moléculas del gas se reparten en el espacio de manera uniforme. Cuando hay mayor concentración en un punto, se provocan colisiones y las moléculas que se desplazan hacia la zona de menor concentración. Existe una relación proporcional entre la velocidad promedio de las moléculas y la velocidad de efusión del gas.

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