Definición de ducha
Para conocer el significado del término ducha se hace necesario, en primer lugar, descubrir su origen etimológico. En este caso, podemos establecer que deriva de la palabra francesa “douche” que, a su vez, proviene del italiano “doccia”, que significa “caño de agua”. No obstante, esta última emana del latín, exactamente de “ducta”, que puede traducirse como “agua conducida”.
Este término, a su vez, llegó al castellano como ducha: el acto y el resultado de duchar.
Este verbo (duchar), a su vez, refiere a mojar o mojarse con agua que cae desde arriba, generalmente con el objetivo de lavarse o refrescarse. Tomar una ducha o darse una ducha, por lo tanto, equivale a bañarse.
Se llama ducha, en definitiva, a la caída de agua sobre el cuerpo con la finalidad del limpiarlo. Dicha caída puede realizarse a través de un chorro o como lluvia. El aparato que permite llevar a cabo este proceso también se conoce como ducha.
Por ejemplo: “Tomaré una ducha antes de cenar”, “La acumulación de sarro está bloqueando la salida de agua de la ducha”, “Estaba tomando una ducha cuando sonó el teléfono, por eso no pude atender tu llamado”.
La principal característica de la ducha es que el sujeto permanece de pie bajo el agua, a diferencia de lo que ocurre cuando alguien se da un baño de inmersión. Con la ducha, por otra parte, el agua que cae no se acumula sino que se dirige hacia el desagüe de manera directa.
Cada vez más las personas apuestan por darse una ducha en lugar de darse un baño porque la primera trae consigo una larga lista de ventajas, entre las que podemos destacar las siguientes:
-Es una manera de ahorrar una importante cantidad de agua.
-No menos relevante es que la ducha permite utilizar agua fría y agua caliente mientras que en la bañera ya hay agua con una temperatura concreto. Precisamente por esta razón, se considera que la primera opción es una estupenda manera de activar la circulación sanguínea de las piernas.
-La ducha ayuda a activar el cuerpo, especialmente por las mañanas, para así afrontar la dura jornada de trabajo.
De la misma forma, se destaca que una ducha es la mejor alternativa para mantenerse limpio y refrescarse cuando no se tiene mucho tiempo.
Además de lo indicado, en cada vez más cuartos de baños de casas hay duchas y no bañeras. Esto es debido a que las primeras ocupan mucho menos espacio, requieren un menor mantenimiento, cuentan con un precio más económico y pueden ser usadas con más facilidad por personas mayores o con problemas de movilidad.
En una vivienda, la ducha se encuentra en el cuarto de baño, protegida por una cortina o una mampara para que el agua no moje el resto del ambiente. También existen las duchas públicas en gimnasios, clubes deportivos, piscinas y otros sitios. Según el lugar y la costumbre, la persona se puede duchar desnuda o con traje de baño.