Definición de torcedura

Se denomina torcedura al acto y la consecuencia de torcerse o de torcer. El concepto suele utilizarse en la medicina para hacer referencia a lo que ocurre cuando un órgano o un miembro sufre un daño al haberse desviado de su dirección habitual.

Cuando las partes blandas que se encuentran alrededor de las articulaciones sufren una torcedura, puede producirse la lesión conocida como esguince. Esta torcedura suele provocar un dolor intenso, hinchazón en la zona y un hematoma.

Supongamos que una persona está caminando por la calle y pisa mal debido a un desnivel que no advierte en el camino. Dicho acontecimiento le provoca una torcedura en su tobillo que le impide seguir caminando con normalidad. Al regresar a su hogar y quitarse el calzado, observa que el tobillo se le inflamó y se puso morado.

El tratamiento para las torceduras puede incluir el suministro de fármacos (analgésicos, antiinflamatorios), la aplicación de agua o hielo y la comprensión de la zona. Además se suele sugerir que el paciente haga reposo. Las indicaciones, de todas formas, deben ser proporcionadas por un médico luego de las observaciones y el análisis del caso, aunque entre los procedimientos y recomendaciones más comunes se encuentran las siguientes:

* el descanso, ya que de esta manera colaboramos con el proceso de curación al dejar inmóvil la parte afectada durante largos períodos de tiempo;

* la aplicación de compresas de agua fría en la zona de la torcedura para que disminuya el dolor y la hinchazón. Así como se menciona más arriba, es posible usar hielo en lugar de agua;

* vendar la zona afectada, algo muy normal en caso de torcedura, ya que de esta manera podemos reducir considerablemente su movilidad y evitar nuevas lesiones, al mismo tiempo que promovemos la curación. Cuando el problema acarrea una rotura de hueso, se debe colocar una escayola (en algunos países, «yeso»), y el tratamiento es más extenso;

* rehabilitación a cargo de profesionales de la fisioterapia. Esto se practica en los casos más graves, ya que para el resto basta con indicarle al paciente que realice ciertos ejercicios por su cuenta;

* inmediatamente después del impacto, mantener el miembro lesionado a la mayor altura posible con respecto al corazón, para que el traumatismo no avance. Se recomienda esperar de esta forma la llegada del personal capacitado para tratar la torcedura.

Si la torcedura es de grado avanzado, es probable que la recuperación exija una intervención quirúrgica ya que los ligamentos pueden romperse. La última etapa de tratamiento suele incluir fisioterapia, con ejercicios que contribuyen a recuperar el normal funcionamiento y a fortalecer la región afectada.

Cabe destacar que las torceduras son frecuentes entre los deportistas profesionales. Se trata de una de las lesiones más comunes que obligan a los atletas a suspender sus actividades por un tiempo; a veces se trata de unos pocos días, pero los casos de mayor gravedad pueden exigir un reposo prolongado. Es sumamente importante no pasar por alto las indicaciones de los médicos, para evitar las potenciales complicaciones, como ser el surgimiento de lesiones permanentes.

Con respecto a la prevención, muchos expertos del ámbito deportivo recomiendan la realización de ejercicios de calentamiento antes de cualquier práctica; esto disminuye de forma significativa el riesgo de torceduras y otras clases de lesiones. Del mismo modo, luego de la sesión deportiva son aconsejables los estiramientos, para que el esfuerzo realizado durante la misma no acarree la congestión de las articulaciones.

Aunque no parezca tan importante, el uso de la indumentaria deportiva adecuada es otro de los puntos fundamentales para prevenir las torceduras, ya que protege las partes del cuerpo más expuestas a impactos.

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