Definición de devaluación

El acto y la consecuencia de devaluar se define como devaluación. Este concepto hace referencia a la acción de disminuir el valor de un sistema monetario o de otro elemento o asunto. Por ejemplo: “La devaluación era necesaria para salir de la crisis económica”, “El candidato se opuso a una nueva devaluación de la moneda”, “Tras la devaluación, el precio de las casas se multiplicó”.

La devaluación consiste en disminuir la valuación nominal de una divisa frente a otros billetes foráneos. Este cambio en el valor puede tener diversas causas, por lo general asociadas a la escasez o ausencia de demanda de la moneda nacional y a mayores requerimientos de monedas internacionales.

Cuando los consumidores no tienen confianza en la economía nacional, suelen volcarse a la compra de billetes extranjeros. Esto ocurre ya que la divisa de afuera es considerada como un refugio de valor más estable y sólido que la divisa local. Al incrementarse las demandas de monedas extranjeras, éstas aumentan su precio y se produce la devaluación.

Esta situación es habitual en muchos países de América Latina. Los ciudadanos, preocupados por los vaivenes de la economía, optan por ahorrar en dólares (la divisa norteamericana). De esta manera, suele desarrollarse la devaluación del billete local de cada país.

La devaluación suele ser decretada por el banco central del país. Cabe destacar que la moneda carece de valor real (posee un valor representativo), por lo que se supone que la moneda está respaldada por la riqueza del país. Cuando los billetes circulantes superan las reservas, puede ordenarse la devaluación para equilibrar la situación.

Las consecuencias de la devaluación

Cuando se decreta la devaluación de la moneda en un país siempre hay consecuencias.

Lo primero que se nota es el aumento del valor de las reservas en oro que se poseen, el cual se expresa en la moneda nacional.

Seguidamente se da una alteración en los tipos de cambio que existen respecto a las monedas extranjeras (este cambio se debe a que dichas monedas deben cambiarse en base a lo que se estima que vale el metal en el mencionado territorio).

Y, como no puede ser otra forma, la tercera consecuencia se encuentra íntimamente relacionada con las anteriores. La misma tiene que ver con los cambios en los precios; en primer lugar de artículos importados y en segundo, de los nacionales (al ser fabricados con objetos importados o exportables). Esto estimula las exportaciones y reduce las importaciones, debido a que las primeras reciben una mejor ganancia que las segundas.

Existen, sin embargo otro tipo de consecuencias menos visibles pero no por eso, menos importantes. Una de ellas es que el resto de los países que pertenecen al mismo sistema patrón oro, obstaculizan la importación de aquel que ha devaluado o provocan su propia devaluación para hacer que aumente la moneda del país que ha devaluado y no perder en el intercambio comercial.

Una devaluación puede ser terrible para los pequeños comerciantes y los individuos que residen en un determinado lugar, sin embargo para los exportadores puede ser una fuente importante de enriquecimiento, por lo que en muchos países se da que muchos exportadores ponen de su parte para que la moneda de su país decaiga y se declare la devaluación a fin de conseguir hacer mejores negocios y enriquecerse.

Entre aquellos que más se ven afectados por la devaluación se encuentran los empleados a sueldo, los jubilados (con sus mismos salarios no podrán acceder a los productos que aumentan cada día y deberán exigir un aumento del mismo o una revisión de sus contratos), aquellos que estén pagando una deuda en moneda extranjera pero reciban un salario en la moneda nacional, las empresas que posean una tarifa que no se refleje en la moneda del país.

Cabe mencionar por último que la devaluación también provocará un claro aumento en las comunicaciones entre el país que la sufre y el extranjero, encareciéndose los fletes, envíos de dinero y llamadas telefónicas.

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