Definición de delincuencia
Del latín delinquentĭa, la delincuencia es la cualidad de delincuente o la acción de delinquir. El delincuente es quien delinque; es decir, quien comete delito (un quebrantamiento de la ley).
La delincuencia, por lo tanto, está vinculada a las personas que violan las leyes y al conjunto de los delitos. Por ejemplo: “En este barrio ya no se puede salir a la calle: la delincuencia domina cada rincón”, “El gobierno prometió nuevas medidas para combatir a la delincuencia”, “La delincuencia de la clase dirigente es el principal flagelo de este país”, “Si no enfrentamos a la delincuencia, no tenemos futuro”, “La desigualdad social está vinculada al crecimiento de la delincuencia”.
Al implicar conductas antijurídicas (contrarias al derecho), a la delincuencia le corresponde un castigo según lo estipulado por la ley. Esta pena dependerá del tipo de delito cometido.
Utilizado para nombrar al colectivo de delincuentes, el concepto de delincuencia está asociado a un grupo de gente que está afuera del sistema y que debe ser reinsertado en la sociedad. Las penas que se purgan en prisión están orientadas a esa tarea de resocializar a los delincuentes para que puedan volver a formar parte de la sociedad como elementos productivos y no dañinos.
Es importante establecer que existen diversos tipos de delincuencia. Así, por ejemplo, nos encontramos con la llamada delincuencia juvenil que, como su propio nombre indica, es aquella que es llevada a cabo por los menores de edad. El abuso de alcohol o drogas, el vivir en un entorno complicado, formar parte de pandillas violentas o padecer algunos trastornos mentales son algunas de las principales causas que llevan a los jóvenes a cometer delitos.
Los tribunales de menores son los órganos judiciales encargados de llevar a cabo la resolución de los delitos realizados por aquellos. De esta manera, sus sentencias pueden determinar desde el internamiento en un centro específico hasta el pago de multas pasando por la realización de trabajos a la comunidad.
Por otro lado, nos encontramos con la conocida como delincuencia organizada. Esta es la que lleva a cabo un grupo que está perfectamente estructurado, que tiene sus jerarquías y que planifica de manera concienzuda todas y cada una de las acciones delictivas que va a realizar.
En el año 1929 fue cuando por primera vez se recurrió a utilizar este último término citado y se usó para referirse a todas las actuaciones que estaba llevando a cabo la mafia. Desde ese momento se comenzó a usar con más frecuencia hasta llegar hasta nuestros días donde se emplea para citar a todos aquellos delitos que son cometidos por grupos de tres o más personas con el claro objetivo de conseguir dinero, joyas o incluso poder. Contra este tipo de criminalidad existen entidades tales como la Interpol.
La lucha contra la delincuencia supone una parte importante de las políticas de Estado ya que su accionar viola los derechos de los ciudadanos. En todas partes del mundo, pero especialmente en las grandes ciudades, la delincuencia se cobra miles de vidas al año, lo que convierte a este problema en una de las principales preocupaciones sociales.