Definición de defunción

En el latín encontramos claramente el origen etimológico del término defunción que ahora nos ocupa. En concreto, deriva de “defunctio”, que es fruto de la suma de estos componentes:
-El prefijo “de-”, que indica “dirección de arriba a abajo”.
-La palabra “functio”, que es sinónimo de “función” y que es el resultado de haber unido la palabra “functus”, que significa “cumplido”, y el sufijo “-tio”, que se usa para establecer “acción y efecto”.

El concepto de defunción alude al fallecimiento de un individuo. De acuerdo a la Real Academia Española (RAE), antiguamente el término también se empleaba como sinónimo de exequias (los rituales funerarios), pero dicha acepción quedó en desuso.

Hablar de defunción es lo mismo que aludir a la muerte, el deceso o el fallecimiento de una persona. El uso de uno u otro concepto suele vincularse al contexto. En el caso de defunción, se emplea en un ámbito formal o técnico.

Por ejemplo: “El médico confirmó la defunción del paciente a las tres de la tarde”, “La defunción del funcionario causó conmoción en el recinto”, “La epidemia provocó un centenar de defunciones en el pueblo”.

Por lo general existe un protocolo para declarar la defunción de un sujeto. Puede decirse que la muerte ocurre cuando el proceso homeostático se extingue: la persona no puede sostener la homeostasis y hay un cese de las funciones de los sistemas.

Una vez que un profesional constató el fallecimiento de acuerdo al protocolo adecuado, se emite un documento conocido como acta de defunción, partida de defunción o certificado de defunción. El documento en cuestión es necesario para la realización de diversos trámites.

En ese documento deben aparecer una serie de datos esenciales como son el nombre y apellidos de la persona fallecida, su nacionalidad, la edad, la ocupación y su domicilio. De la misma manera, debe incluirse su estado civil estableciendo los nombres y apellidos de su cónyuge si lo tuviera, la fecha y la hora de la muerte así como los comentarios necesarios sobre su manera de fallecer. Asimismo, también se recogerán los datos del médico que ha certificado su muerte.

Esa acta o certificado de defunción será imprescindible para, entre otras cosas, reclamar herencia, cobrar seguro de vida o una pensión, liquidar deudas pendientes, reclamar lo que son contratos bancarios, tramitar documentos oficiales de distinta tipología…

Cabe destacar que la defunción también puede ser simbólica. Un periodista puede sostener que un cierto acontecimiento marcó la defunción de un movimiento político, por citar un caso. Un analista, por su parte, puede juzgar que un escandaloso hecho de corrupción originó la defunción de una empresa.

De la misma manera, varias e importantes derrotas de un gran equipo de fútbol pueden llevar a determinar que se ha producido la defunción del conjunto de éxito que fue. Así, en el 2019, se ha hablado que el equipo del Real Madrid que ganó varias Ligas de Campeones seguidas ha vivido su defunción tras, en una semana, ser eliminado de la Copa del Rey y de la Champions League al tiempo que no tener ya opciones para ganar la Liga.

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