Definición de deambulatorio
El vocablo del latín tardío deambulatorium, que puede traducirse como “galería”, llegó a nuestro idioma como deambulatorio. Este adjetivo se utiliza para calificar a aquello vinculado al acto de deambular (andar sin rumbo fijo).
Se conoce como libertad deambulatoria, en este marco, al derecho que tiene una persona de dejar el lugar donde se encuentra para trasladarse a otro sitio. Esto quiere decir que ningún individuo puede ser detenido o retenido excepto en los casos que la ley establece de forma expresa.
Supongamos que un joven está caminando por la calle. Un policía no tiene la potestad de interrumpir su paso, subirlo a un patrullero y encerrarlo en una comisaría por esa simple acción, ya que estaría coartando la libertad deambulatoria del muchacho. En cambio, si ese mismo joven camina por la calle con un revólver en la mano, hay un justificativo legal que habilita a un agente policial a impedirle que siga deambulando.
En el ámbito de la arquitectura, en tanto, un deambulatorio es una zona transitable que se ubica detrás del presbiterio y permite acceder a otras capillas que se hallan en el ábside. El deambulatorio, de este modo, posibilita que se circule entre el altar mayor y el ábside.
El origen de los deambulatorios se remonta a la Edad Media. Luego, con el arte románico, se volvieron frecuentes en las iglesias de peregrinación. Durante el auge del gótico también mantuvieron su popularidad.
Gracias al deambulatorio, se minimizaron los amontonamientos en los templos adonde solían acudir los peregrinos para la veneración de reliquias. Este espacio funciona a modo de corredor.