Definición de dación
El término dación deriva de datio, un vocablo latino. El concepto se emplea en el ámbito del derecho para referirse al acto y la consecuencia de dar: entregar, conceder, donar.
La noción de dación en pago, en este sentido, refiere a transmitir el dominio de algo a un acreedor con el objetivo de compensar una deuda. Esta dación consiste en la entrega de un bien para saldar una obligación que se encontraba pendiente de pago.
A través de una dación en pago, el deudor lleva a cabo una prestación diferente de la debida. Esto quiere decir que no paga la deuda de manera directa, sino que entrega una cosa a título de pago para cancelar la obligación. Para que la operación sea exitosa, el acreedor debe aceptar aquello que se le ofrece.
Supongamos que una persona adquiere una casa a través de una hipoteca y luego no puede pagar las cuotas correspondientes. La dación en pago, en este marco, supone un convenio entre el deudor y el banco acreedor que permite al deudor entregar la propiedad a cambio de la cancelación de la deuda. De este modo, el deudor queda libre de las cuotas y el acreedor ya no tiene necesidad de iniciar un proceso para la ejecución hipotecaria.
La dación en pago puede desarrollarse de distintas maneras de acuerdo a la legislación. En algunos países, esta dación se aplica cuando un deudor hipotecario no está en condiciones de abonar su deuda de acuerdo a lo convenido y, por lo tanto, entrega el bien hipotecado para la extinción de la obligación.
Como todos los temas que se relacionan directamente con las leyes, es importante tomar como referencia ciertos países para exponer ejemplos reales, ya que las generalizaciones pueden acarrear confusiones. Si nos enfocamos en la situación de Ecuador, por ejemplo, según una ley orgánica que aprobó la Asamblea Nacional en el año 2012, mientras Rafael Correa Delgado estaba a cargo de la presidencia, la dación en pago en el ámbito de las hipotecas no pueden superar los 150 000 dólares, lo cual equivale a la suma de quinientos salarios básicos.
Aquí nos enfrentamos a un primer requisito, o bien una condición, de manera que no sólo la forma que cobre la dación es importante, sino que debemos entender que no todas las situaciones de impago pueden ser resuelta mediante el uso de este recurso.
Así como se explica en un párrafo anterior, gracias a la dación en pago una persona puede librarse de una deuda bancaria que no podría pagar por los medios establecidos en el contrato, sin que esto suponga que su libertad civil o su economía se ponga en riesgo. Sobra decir que ser desposeído de una vivienda sin recuperar las cuotas abonadas puede representar una gran pérdida de dinero, aunque siempre es mejor que ir a juicio y correr el riesgo de perder otras pertenencias o la propia libertad.
En España, por otro lado, la dación en pago no es muy común; sin embargo es posible, según se expresa en la Ley Hipotecaria, realizar un pacto en la escritura de la hipoteca para que la obligación se efectúe únicamente sobre los bienes hipotecados. En un caso como éste, el préstamo hipotecario no podrá cruzar los límites del contrato y si el deudor no puede hacer frente a su obligación el acreedor no tendrá derecho a exigirle la entrega de sus otros bienes a modo de compensación.
Si así lo desean ambas partes, la dación de pago es posible si se realiza un pacto entre la parte acreedora (que puede ser una entidad crediticia) y el deudor, antes del momento en el cual se formaliza el préstamo hipotecario.