Definición de cuenca

Se conoce como cuenca a un término derivado del latín concha que puede aprovecharse para mencionar distintas cuestiones. Una cuenca, según la teoría, puede ser un accidente de carácter geográfico que supone una depresión en la superficie de la Tierra, un valle en medio de alturas o un terreno cuyas aguas se dirigen hacia el mismo mar, río o lago.

En este sentido, puede hablarse de g>cuenca endorreica (cuando el cauce más importante desemboca en lagos o pequeños cuerpos de agua), cuenca exorreica (si desemboca en zona marina), cuenca de recepción (tal como se acostumbra identificar a la zona inferior de un curso, donde las aguas son recogidas), cuenca arreica (si el agua se infiltra o evapora previo a su desembocadura) o cuenca hidrográfica (nombre que recibe el territorio drenado por un mismo sistema natural).

Una cuenca oceánica, por otra parte, es un área extensa y bastante uniforme que constituye el fondo del océano. Para la hidrología, toda depresión en la Tierra cubierta por el mar es una cuenca oceánica, mientras que la geología define a la cuenca oceánica como la amplia depresión que queda por debajo del nivel del mar.

Una cuenca sedimentaria, en cambio, es una acumulación de sedimentos que se produce por la erosión de la superficie terrestre. El espesor de los sedimentos supone, al menos, varios cientos de metros y una extensión de decenas de kilómetros cuadrados.

Cabe mencionar además que Cuenca también es el nombre de varias ciudades, como la capital de la provincia homónima que se encuentra en Castilla-La Mancha (España), la ciudad del centro sur de Ecuador que se sitúa en la provincia de Azuay o uno de los distritos de la provincia de Huancavelica en Perú.

La provincia española de Cuenca, de donde son oriundos muchos personajes de gran importancia en los campos más diversos, tales como el reconocido escritor Fray Luis de León o el cantautor de éxito internacional José Luis Perales, goza de una serie de características culturales, geográficas y sociales que la distinguen del resto del territorio nacional y la convierten en un destino obligatorio, tanto para los turistas como para personas del mismo país que todavía no han pisado el suelo conquense.

Además de su ciudad homónima, que representa un gran patrimonio cultural para España, esta provincia cuenta con muchos atractivos para quienes desean que su visita sea algo más que un retiro para descansar y probar platos nuevos; con infinidad de monumentos, catedrales y bellísimos parajes naturales, unos pocos días no son suficientes para apreciar sus numerosos tesoros. Algunos de los puntos que más interesan a los turistas son el nacimiento del río Cuervo, la famosa Ciudad Encantada y el Parque Arqueológico de Segóbriga, un valiosísimo yacimiento romano, cuyos teatros son sin lugar a dudas los protagonistas.

Sus características geográficas son muy variadas, tanto como las culturas que han pasado por la provincia a nivel histórico, lo cual supone una gran riqueza, que por ejemplo se refleja en su variedad musical y artística.

Con respecto al plano gastronómico, mantienen una dieta que ayuda a superar los violentos y repentinos cambios de temperatura que sufren al pasar de una estación a otra. Su principal fuente de materia prima es la carne, como lamentablemente sucede en el resto del territorio español; se cazan perdices y se crían corderos y gallinas, y con ellos elaboran una infinidad de platos que representan otro de los puntos esenciales de la identidad conquense, así como también de la castellana.

También destacan sus dulces, como el alajú, que suele prepararse con miel, pan desmigajado y almendras o nueces; así como otros aspectos de la región, la creatividad y el trabajo duro son la clave de la variedad.

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