Definición de cuasi experimento
Para comprender qué es un cuasi experimento debemos prestar atención a los dos términos que componen la expresión: cuasi y experimento. Cuasi es un adverbio que puede usarse como sinónimo de casi (aproximadamente, por poco), mientras que un experimento es el acto y el resultado de experimentar (probar algo, desarrollar un proceso para demostrar o descubrir un fenómeno).
No califica como «experimento»
Estas definiciones nos indican que un cuasi experimento es una operación similar a un experimento, pero que no llega a tener las mismas características o condiciones que este. En un cuasi experimento, el estudio se lleva a cabo con sujetos de estudio que no están asignados de manera aleatoria.
En un cuasi experimento la asignación de sujetos no es aleatoria
Los cuasi experimentos buscan determinar el impacto causal de una intervención dada, siempre careciendo de la asignación aleatoria. De esta forma, el investigador controla cómo asignar los valores según un cierto criterio.
Es importante mencionar que los diseños cuasi experimentales suelen mantener la misma lógica que los ensayos aleatorios, comparando grupos de tratamiento y control. Con la intención de lograr una compensación de las diferencias en las características más relevantes de los grupos experimentales, los cuasi experimentos pueden recurrir a análisis multivariables y pareos.
Ventajas del cuasi experimento
Ya que este tipo de diseños se usan en los casos en los que no es muy práctico o ético recurrir a la aleatorización, los cuasi experimentos suelen ser menos complicados de configurar que los auténticos experimentos, los cuales sí exigen que la persona asigne sujetos aleatorios. Los ambientes naturales también se ven beneficiados porque no se someten a los problemas de artificialidad típicos de la experimentación.
Al ser un experimento natural, un estudio empírico condicionado por la naturaleza aunque sin una verdadera aleatoriedad, los resultados se pueden aplicar a diferentes escenarios y situaciones, algo que da lugar a la generalización.
El cuasi experimento también se puede seguir en varios entornos y resulta eficiente en la investigación longitudinal, la cual se enfoca en el mismo grupo de forma repetida a lo largo de un periodo prolongado de tiempo, que puede durar desde años hasta siglos.
También se prefiere porque el experimentador puede escoger el tipo de manipulación que desee, a diferencia de lo que ocurre en los que exigen una manipulación definida e imposible de controlar. Como los grupos se seleccionan meticulosamente, no existe la posibilidad de problemas de ética, entre otras complicaciones que pueden surgir a causa de la aleatoriedad.
Desventajas
Como aspecto negativo, un cuasi experimento está expuesto al sesgo de selección: si el grupo de tratamiento y el grupo de control difieren en características asociadas a los resultados, la medición del impacto sufre una distorsión. Por otra parte, los cuasi experimentos demandan la utilización de los modelos estadísticos adecuados para que la estimación estadística sea válida.
Una de las posibles desventajas es el «sesgo de selección»
La ausencia de aleatoriedad puede parecer muy beneficiosa o conveniente en ciertos casos, pero también tiene sus desventajas. Por ejemplo, vuelve difícil del descarte de las denominadas variables de confusión. Este concepto también se conoce con el nombre de factor de confusión, y se trata de una distorsión en la apreciación de las relaciones entre dos variables.
Cuando existe esta variable, pueden tener lugar dos fenómenos diferentes: la confusión positiva, que consiste en exagerar o creer que existe una asociación real; la confusión negativa, invertir el sentido o atenuar una asociación real.
Otra desventaja de la falta de aleatoriedad de los grupos de estudio es que las pruebas resulten demasiado débiles, poco representativas de la población a la que pertenecen. Esto no significa que siempre tengan lugar estas consecuencias negativas, sino que es necesario estar seguros de escoger el tipo de experimento adecuado para cada caso.