Definición de CSS
La sigla CSS corresponde a la expresión inglesa Cascading StyleSheets, que puede traducirse como “Hojas de estilo en cascada”. El concepto se utiliza en el ámbito de la informática para referirse a un lenguaje empleado en el diseño gráfico.
El lenguaje CSS permite presentar, de manera estructurada, un documento que fue escrito en un lenguaje de marcado. Se usa especialmente en el diseño visual de un sitio web cuando las páginas se hallan escritas en XML o HTML.
Hasta la década de los años 90 hay que retrotraerse para conocer el origen del CSS. Y es que fue en 1994 cuando fue propuesto por Hakon Wium Lie. Este fue cocreador de aquel junto al científico neerlandés Bert Bos.
El CSS se desarrolló en distintos niveles. El CCS1 ya no se emplea, mientras que el CSS2 funciona como recomendación. El CSS3, que se divide en varios módulos, es el lenguaje que se está tomando como estándar.
Sobre el CSS3 podemos establecer que existen unos 50 módulos publicados, aunque entre los más importantes se encuentran Espacios de nombres, Selectores y Color.
Lo que hace el CSS es encargarse de la descripción de las formas y de la sintaxis del lenguaje de marcado. De esta manera describe cómo se tienen que renderizar (generar las imágenes) los elementos que aparecen en pantalla.
El diseño del CSS posibilita establecer una separación entre el contenido y la forma de presentación del documento (dada por las fuentes, los colores y las capas empleadas). Así se puede lograr que muchos documentos HTML compartan la apariencia, utilizando una única hoja de estilo para todos (que se especifica en un archivo .css). Gracias a esta particularidad, se evita tener que repetir el código en la estructura.
Gracias a la separación del contenido y la forma de presentación, por otra parte, se puede apelar a distintos estilos de acuerdo al método de renderizado: si se trata de un documento exhibido en una pantalla, impreso, compartido en formato de audio, etc.
Además de todo lo expuesto, podemos subrayar que gracias al CSS se pueden crear páginas web con un diseño que pueda resultar atractivo y agradable. Eso sí, para poder hacer uso de aquel se hace imprescindible tener conocimientos básicos del mismo así como de informática, del lenguaje HTML e incluso ciertas destrezas e ideas en cuanto al manejo de ficheros.
De la misma manera, hay que tener en cuenta que juega un papel esencial en este sentido lo que se conoce como DOM. Bajo estas siglas se encuentra lo que se da en llamar Objeto Documento Modelo, que viene a ser cómo se representa en la memoria de un ordenador un documento. Es más, podemos establecer, por tanto, que el navegador de lo que se encarga es de mostrar el contenido del citado DOM.
Asimismo, tenemos que tener en cuenta que ese documento cuenta con estructura de árbol y que cada uno de sus elementos (sección, atributo…) pasan a denominarse con el término nodo. De ahí que en la citada estructura nos topemos con nodos hermanos o nodos hijos, por ejemplo.