Definición de criminalística
La etimología de criminalística remite al vocablo alemán kriminalistik. El concepto se emplea para aludir a la disciplina que consiste en analizar los indicios de un crimen con el objetivo de determinar la mayor cantidad de datos posibles acerca de cómo se produjo el hecho.
La criminalística, por lo tanto, aporta información de interés a las autoridades que tienen la función de administrar justicia. Al precisar la mecánica del crimen estudiando múltiples factores, muchas veces es posible descubrir quién es su responsable.
Lo que hace la criminalística es reconstruir lo sucedido mediante pruebas objetivas que luego deben ser interpretadas. Por lo general se busca encontrar los indicios dejados por el culpable, ya sea en la víctima o en la escena del crimen. La dactiloscopia, la hematología y la medicina forense son algunas de las especialidades que forman parte de la criminalística.
Veamos estos tres conceptos en detalle para comprender mejor el alcance de la criminalística. En primer lugar tenemos la dactiloscopia, una ciencia que permite estudiar, clasificar, archivar y recuperar las impresiones dactilares que se encuentran en las falanges distales de los dedos humanos, con fines generalmente investigativos y aplicada en casi todo el mundo desde hace mucho tiempo.
La dactiloscopia es una rama de la lofoscopia, la ciencia que se enfoca en el estudio de los diseños de la superficie de la piel de las zonas dedicadas a la locomoción, la percepción del tacto y la función prénsil, tanto del ser humano como del resto de los primates y algunos otros mamíferos, como ser la ardilla común.
Volviendo a la dactiloscopia, se trata de una de las especialidades más conocidas de la criminalística, incluso fuera del ámbito profesional y técnico, en gran parte a causa de su representación en obras de ficción de todo tipo. Con la llegada de los sistemas informáticos que permiten almacenar y comparar millones de huellas dactilares de forma automática, la importancia de esta ciencia aumentó ya que comenzó a ofrecer resultados más precisos y en un tiempo mucho menor.
La hematología es una especialidad de la medicina interna dedicada a tratar a los pacientes de enfermedades de la sangre. El campo de actuación de la hematología también incluye el diagnóstico y el estudio de la sangre, el bazo, los ganglios linfáticos y la médula ósea, ya sea en personas enfermas como sanas.
Por otro lado se encuentra la medicina forense, el tercer pilar de la criminalística, dado que se trata de la rama médica que enfoca todos los conocimientos científicos de la medicina y la biología para resolver los problemas planteados por el Derecho. A lo largo de un proceso judicial, por ejemplo, los médicos forenses desempeñan un papel fundamental, ya que ayudan a los tribunales y a los jueces a determinar la causa de cada lesión advertida en las víctimas, para lo cual deben examinar los cadáveres con una serie de técnicas propias de su profesión.
Supongamos que un hombre aparece muerto en el interior de su vivienda y la primera hipótesis es que se trató de un asesinato, ya que el cuerpo presenta un orificio en la frente. Los expertos en criminalística acuden al lugar y empiezan a desarrollar su trabajo: buscan huellas dactilares, analizan manchas en el suelo, recogen distintos objetos, etc. Gracias a la labor de los especialistas, se determina que el hombre murió por un disparo de una pistola calibre 9 milímetros, que recibió en el comedor de su casa. El asesino, quien dejó sus huellas en una mesa, ingresó por la puerta principal y luego se escapó por una ventana. Con esta información aportada desde la criminalística, las autoridades pueden avanzar en la búsqueda del culpable.