Definición de costo
El costo o coste es el gasto económico que representa la fabricación de un producto o la prestación de un servicio. Al determinar el costo de producción, se puede establecer el precio de venta al público del bien en cuestión (el precio al público es la suma del costo más el beneficio).
El costo de un producto está formado por el precio de la materia prima, el precio de la mano de obra directa empleada en su producción, el precio de la mano de obra indirecta empleada para el funcionamiento de la empresa y el costo de amortización de la maquinaria y de los edificios.
Al desembolso económico necesario para fabricar un producto o brindar un servicio se lo denomina costo.
Los costos de una empresa
Los especialistas afirman que muchos empresarios suelen establecer sus precios de venta en base a los precios de los competidores, sin antes determinar si éstos alcanzan a cubrir sus propios costos. Por eso, una gran cantidad de negocios no prosperan ya que no obtienen la rentabilidad necesaria para su funcionamiento. Esto refleja que el cálculo de los costos es indispensable para una correcta gestión empresarial.
El análisis de los costos empresariales permite conocer qué, dónde, cuándo, en qué medida, cómo y porqué pasó, lo que posibilita una mejor administración del futuro.
En otras palabras, el costo es el esfuerzo económico que se debe realizar para lograr un objetivo operativo (el pago de salarios, la compra de materiales, la fabricación de un producto, la obtención de fondos para la financiación, la administración de la empresa, etc.). Cuando no se alcanza el objetivo deseado, se dice que una empresa tiene pérdidas.
La comparación con la competencia
Uno de las mayores incentivos para calcular los costos de producción de manera adecuada es el creciente número de competidores que se presentan como una consecuencia natural de la globalización. La ecuación es mucho más difícil de resolver de lo que puede ofrecernos una visión meramente matemática: no basta con obtener un precio de venta atractivo, sino que cada variable debe analizarse a fondo para garantizarle a la empresa un futuro prometedor.
Múltiples factores inciden en la determinación de los costos de una empresa.
Como se menciona en un párrafo anterior, uno de los errores más comunes de las empresas consiste en simplemente mejorar los precios que ofrecen sus competidores. Sí, es cierto que una estrategia tan impulsiva e irresponsable puede conducir a la quiebra. Sin embargo, tampoco es correcto afirmar que la solución siempre consista en reducir los costos de producción hasta conseguir el precio ganador, porque de esta manera estaríamos dejando de lado las expectativas del consumidor: ¿realmente quiere un precio más bajo?
En algunos casos, la mejor decisión que pueden tomar las empresas es enfocarse en ajustar sus mensajes para que la gente pueda apreciar las ventajas de sus productos y se convenzan de escogerlos por encima de la competencia, incluso si sus precios son superiores. Sobra decir que esta estrategia es muy arriesgada y también puede conducir a la quiebra, pero si funciona los beneficios son incalculables.
Dificultades para el cálculo de los costos
Por otro lado, no debemos olvidarnos de una de las complicaciones que acarrea la distribución internacional de los productos: los precios deben calcularse teniendo en cuenta los impuestos y la estabilidad de la moneda de cada región, entre otros factores determinantes. Esto despierta quejas por parte de los consumidores cuando se enteran de que en otros países el mismo artículo es mucho más accesible en proporción al salario mínimo y la media de gastos mensuales.
Calcular los costos de la mano de obra es difícil, ya que factores como el cansancio o el empeño de los empleados no son contabilizables de manera objetiva; para ello existen parámetros globales que todas las compañías pueden observar. Con respecto a los materiales, se deben buscar las mejores ofertas y procurar contratos beneficiosos para nunca inclinarse por una calidad inferior a mejor precio.