Definición de cornisa
El vocablo occitano cornís, que deriva del griego korōnís, llegó a nuestro idioma como cornisa. El término alude al conjunto de las molduras que actúan como remate de una determinada construcción. La noción también refiere al sector superior del entablamento.
Por ejemplo: “El delincuente trepó a un árbol, luego caminó por la cornisa del edificio y finalmente rompió el vidrio de una ventana para ingresar al apartamento que robó”, “El hombre permaneció una hora en la cornisa, amenazando con arrojarse al vacío”, “Se desprendió parte de la cornisa del Palacio del Congreso”.
La cornisa sobresale de la fachada, haciendo que el agua de la lluvia no llegue directamente a las paredes. Más allá de esta utilidad práctica, la cornisa también es un elemento decorativo que puede presentar diversas formas y figuras.
Existen ejemplos del uso de la cornisa desde la arquitectura clásica, la cual se asocia a la de Grecia, aunque algunos historiadores de la materia usan este concepto para hacer referencia a algunos estilos que han derivado de ella, ya sea de forma directa o indirecta. A grandes rasgos, podemos decir que existe la arquitectura clásica: de la Antigua Grecia; helenística; de la Antigua Roma.
En algunas construcciones pertenecientes a estos periodos, la cornisa se puede apreciar como uno de los tres elementos del entablamento, un grupo de piezas que se encuentran en órbita por encima de las columnas, siendo el friso y el arquitrabe los otros dos.
Aquí nos encontramos con cornisas que se componen de diversas molduras y se dividen en dos tipos: denticulada (posee dentículos o modillones a modo de decoración); de chincha (sirve para dividir visualmente el edificio en varias plantas). En algunos casos, la cornisa de la arquitectura clásica se usaba para rematar el frontón de algunos templos (el remate curvo o triangular de la fachada).
Cabe mencionar que la cornisa y el suicidio son dos conceptos que a menudo se encuentran íntimamente ligados, especialmente en las ciudades. Si bien los casos no siempre acaban en la consumación del suicidio, es común que usen la cornisa para intentar quitarse la vida ya que es un método que no requiere la adquisición de un arma o de fármacos, y resulta menos violento que algunas de las alternativas.
El deseo de suicidarse refleja uno de los peores estados a los que puede llegar el ser humano, uno de los cuales es muy difícil regresar, tanto por el desgaste emocional como por la sensación de que «a nadie le importa». Todos deseamos crecer en una familia que se preocupe por nosotros, que nos proteja y nos cuide, pero la vida es muy compleja y no siempre basta con el apoyo de nuestros seres queridos. La presencia de la cornisa como parte casi fundamental del diseño de las ciudades es una peligrosa tentación para quienes se encuentran con las defensas muy bajas, y por eso es adecuado asegurar los edificios y contratar servicios de vigilancia.
El concepto, por otra parte, se emplea para nombrar a aquello que se desarrolla al borde de un acantilado o precipicio: “Para llegar al hotel tienes que atravesar un camino de cornisa”, “Ten cuidado si vas a ir a Santa María: la carretera de cornisa es muy peligrosa en esta época por las nevadas”, “Cuando logramos llegar a la cima de la montaña, saqué unas fotos bellísimas desde la cornisa”.
“La cornisa”, por último, es el nombre de un famoso programa periodístico que se emite en la televisión argentina. Creado por el periodista Luis Majul, su primera emisión tuvo lugar en 2000 en Canal 7 y luego pasó a América TV. Las entrevistas y los informes especiales son los principales puntos de interés de “La cornisa”.