Definición de colectivismo
Se denomina colectivismo a una doctrina que apunta a eliminar la propiedad individual, reemplazándola por la propiedad colectiva o comunal. El colectivismo sostiene que el Estado debe encargarse de distribuir la riqueza.
De acuerdo al colectivismo, los medios de producción y los bienes económicos no deben pertenecer a las personas particulares, sino que tienen que estar bajo control de toda la sociedad a través del Estado. Por eso se afirma que el colectivismo se opone al individualismo.
Como principio de la actividad desarrollada por el conjunto de los seres humanos, el colectivismo busca expresar las relaciones productivas partiendo de la igualdad de derechos y evitando la explotación. Promueve la armonía entre el sujeto y la sociedad, estableciendo obligaciones y derechos recíprocos.
El colectivismo se posiciona como un sistema para organizar la economía y la política de una comunidad, otorgando la preponderancia al grupo sobre el individuo. Su premisa es que el bien colectivo resulta superior al bien individual.
La colectivización de los medios de producción, en este marco, supone que el gobierno (las autoridades del Estado) administra los recursos en pos del bien colectivo. Sin embargo, esto suele ser motivo de debate ya que los gobernantes pueden favorecer los intereses de un sector.
En la práctica, el colectivismo se enfrenta a grandes dificultades. Por ejemplo, por su esencia se opone a los derechos humanos, que son inherentes a cada individuo. Por otra parte, el funcionamiento del colectivismo requiere de líderes que representen al conjunto de la colectividad, algo imposible de conseguir porque anula cualquier divergencia.
Hay un gran número de sociedades que se pueden indicar como ejemplos de colectivismo, ya sea que ellas mismas lo reconozcan de este modo o que sean señaladas así por otras. En pocas palabras, podemos hacer la siguiente distinción:
* los Estados socialistas que hayan transformado gran parte de los sectores de su economía al colectivismo. Estos Estados son aquellos que por medio de su Constitución se declaran en pos del socialismo o bien se encaminan hacia el comunismo como base de su sociedad;
* los kibutz israelíes, pequeñas comunas donde la gente decide vivir para compartir el derecho a la propiedad con los demás y aportar cada uno aquello que mejor sabe hacer, siempre pensando en el bien común. En este grupo también debemos mencionar algunas comunidades como la Freetown Christiana dinamarquesa, que goza de autonomía y promueve la una organización de tipo colectivista; se encuentra en Copenhague, en una antigua instalación militar.
Existe un concepto similar en el terreno de la filosofía que a veces puede confundirse con colectivismo: el comunitarismo. Surgió en la última parte del siglo XX para oponerse a ciertos rasgos del individualismo y en favor de la sociedad civil, entre otros fenómenos. Cabe señalar que algunas de sus ideas ya se habían registrado mucho tiempo antes. Si bien no se opone rígidamente al liberalismo, se enfoca en la comunidad como una soberanía intermedia.
Es frecuente que el colectivismo se asocie con el socialismo, antes mencionado, pero no en todas sus visiones. El socialismo también pertenece al ámbito de la filosofía y abarca campos tales como la economía y la política. Ambas corrientes favorecen al grupo frente al individuo, y muestran un especial interés en el concepto de propiedad colectiva, opuesta a la privada.
Si bien en algunas fuentes podemos encontrar un enfoque casi exclusivo en el capital y la tierra cuando hablamos propiedad, ya sea colectiva o privada, el colectivismo también señala que cualquier bien de consumo debe considerarse público. Algunos de los ejemplos más comunes dentro de esta última categoría son los de defensa nacional, de información, de justicia y los naturales.