Definición de climaterio
El concepto de climaterio tiene su origen en un término griego que se traduce al español como “escalón” y se utiliza para identificar el ciclo vital previo y posterior a la pérdida de las funciones genitales. Se trata de un periodo de transición que se extiende por varios años y que se desarrolla a partir de una baja significativa en la capacidad de producir estrógenos y del agotamiento de los ovarios.
El climaterio, por lo tanto, está relacionado a la notoria incapacidad para la generación de hormonas, ovocitos y folículos. El proceso se desencadena antes y después de la menopausia (fase caracterizada por el cese permanente de la menstruación).
Esta etapa tiene lugar en la madurez de las mujeres y es considerada como un periodo de involución, ya que aparece asociada a diversas manifestaciones físicas y emocionales. El climaterio supone tanto un cambio biológico como social: por lo tanto, sus características dependerán de la condición psicológica de cada mujer.
Los síntomas de este periodo identificado como climaterio empiezan a advertirse en el ciclo conocido como pre-menopausia a causa de las alteraciones en las concentraciones estrogénicas. La sensación de calor, la sudoración repentina, el encendimiento del rostro, la fatiga y el vértigo tienen relación a los cambios vasomotores.
Otros signos del climaterio surgen por la alteración metabólica, como los problemas urinarios (infecciones e incontinencia), la sequedad vaginal, la osteoporosis y el desarrollo de enfermedades cardiovasculares no vinculadas con la edad.
Entre los síntomas psicológicos del climaterio, por último, se pueden mencionar la irritabilidad y la disminución del deseo sexual.
Para algunos expertos, el equivalente masculino al climaterio es la andropausia, aunque en los hombres es más complicado advertir los síntomas.
El impacto psicológico del climaterio
El entorno social, tanto el directo como el indirecto, influye profundamente durante esta etapa, poniéndola casi a la par de la adolescencia en cuanto a la magnitud de su repercusión a nivel psicológico. En sociedades donde la tercera edad es objeto de burlas y faltas de respeto, donde el machismo reina y determina que la mujer debe mantenerse en forma y cuidar su imagen por sobre todas las cosas, el climaterio puede resultar una tortura emocional para personas de cualquier género.
Siempre en el ámbito heterosexual, que es probablemente el sector de la sociedad que más sufre durante estas transiciones, una mujer que por imposiciones culturales pierde su atractivo frente a los hombres, debe aceptar la dura idea de que su pareja, probablemente su marido, comience a fijarse en otras mujeres, generalmente mucho más jóvenes que ella. Los cambios físicos, el usual aumento de peso, la alteración estilística que acarrea la edad en sistemas que determinan cómo debe vestir una persona de acuerdo a una serie de factores, y la disminución del deseo sexual, no hacen otra cosa que atentar contra ese supuesto lazo que se fijara tres décadas antes.
Por otro lado, el hombre tampoco es el ganador absoluto de esta (absurda) batalla contra la edad, ya que sólo unos pocos, generalmente con los bolsillos llenos, logran cumplir sus sueños de reemplazar a su deteriorada esposa por una adolescente de curvas esculpidas por los dioses. Por su parte, el supuesto sexo fuerte debe enfrentar cambios en su cuerpo que lo acerquen a las formas femeninas como si se tratara de una pesadilla que amenazara con derrumbar todo lo que había conseguido por… haber nacido hombre.
Para concluir, la solución para no considerar esta etapa de la vida como una desgracia parece ser aceptarse a uno mismo con todo lo que eso conlleva. Estamos vivos y envejecemos; algunos pierden cabello y otros, la visión; algunos sufren enfermedades degenerativas y otros conservan su lucidez. Todo esto puede parecer aleatorio o injusto, pero son las reglas y debemos conocerlas y acatarlas para evitar frustraciones y aumentar nuestras posibilidades de ser felices.