Definición de cliché
Un cliché, también nombrado como clisé, es una expresión estructurada que se repite en diferentes ocasiones. Se trata de lo que se conoce como lugar común: una frase o idea trivial, usada con frecuencia en casos análogos.
Los clichés son obviedades o estereotipos que, por su repetición, pierden su capacidad de impacto o de sorpresa. Puede tratarse de una expresión oral, pero también de otro tipo de discurso: una escena cinematográfica, una fotografía, etc.
Un ejemplo de cliché es la pérdida de memoria por parte del protagonista de una telenovela. En numerosas ocasiones a lo largo de la historia, los autores optaron por este recurso para generar un conflicto en la trama. La heroína de la telenovela puede sufrir un golpe en la cabeza que le provoca amnesia y así deja de reconocer a su amado, por citar una posibilidad. El galán, ante esta situación, se esfuerza para que su mujer se recupere, con la esperanza de que así pueda recobrar su amor. El cliché suele incluir una recuperación milagrosa o motivada por alguna situación emotiva.
Como se puede suponer a partir del ejemplo mencionado, considerar que algo es un cliché depende de la época y del contexto. En un primer momento, el recurso de hacer que la protagonista pierda la memoria podía resultar impactante. A su vez, si ese mismo recurso se emplea ahora en una película de terror, tal vez no resulte tan obvio o predecible.
Esta característica del cliché, que lo vuelve tan poco tangible y tan dependiente del contexto social e histórico hace que muchas veces se generen interpretaciones incorrectas. Así como la época y el observador afectan el significado de un cliché, o incluso la mera consideración de una situación como tal, al llevarla fuera de su ubicación geográfica puede ocurrir que los recursos culturales para analizarla sean insuficientes.
En este sentido podemos decir que los clichés son similares a los chistes: un mismo relato puede parecer ofensivo en una época y gracioso en otra, y del mismo modo puede ser interpretado solamente en ciertas partes del mundo, donde existan los símbolos y los conceptos necesarios.
La historia de alguien que engaña a su pareja y es descubierto en una situación comprometedora puede ser un cliché en muchos países occidentales, e incluso causar gracia a los interlocutores, mientras que en otras partes del mundo puede tratarse de una conducta inaceptable y penada con la muerte.
Hay que tener en cuenta que los clichés pueden resultar útiles para establecer una conexión o generar complicidad con el interlocutor o el espectador/oyente ya que le brindan un marco de previsibilidad y confort que le puede resultar irresistible.
Precisamente, dado que el interlocutor tiene las herramientas para predecir un cliché, a veces se busca este recurso para acercarlo más a la trama, lograr que se relaje y baje la guardia para luego «atacarlo» con algún suceso impredecible. Retomando el caso de las historias de terror, esta dinámica es también común en la actualidad y tiene el propósito de que el individuo piense que los protagonistas están a salvo, que el peligro ya ha pasado, para entonces sorprenderlo con una nueva amenaza inesperada.
En la vida cotidiana también se puede hablar de cliché para calificar alguna situación que consideramos absurdamente predecible. Por ejemplo, si dos personas están charlando acerca de un problema que tiene una tercera y su situación es considerada típica, una de las dos puede decir que se trata de un cliché. Así como se da en del mundo del arte, en este caso el uso de este término indica un cierto desprecio por la condición del protagonista.