Definición de cirio
El vocablo latino cereus, que alude a aquello que se fabrica con cera, llegó a nuestro idioma como cirio. Se llama cirio a la vela hecha con cera que se caracteriza por su grosor y su longitud.
Los cirios se emplean en diversas ceremonias de tipo religioso. Esta clase de uso está vinculada a los inicios del cristianismo. Ante la persecución que sufrían, los cristianos solían reunirse en sitios subterráneos y de noche. Con el objetivo de facilitar la visión, encendían velas.
Con el paso del tiempo, los cirios siguieron utilizándose en las iglesias de esta religión. De todos modos, otros pueblos y culturas también emplean cirios desde hace miles de años ya que la luz se asocia a la felicidad y a diversas cuestiones místicas o espirituales.
Se conoce como cirio pascual al cirio que es bendecido durante la vigilia de pascua y que luego se enciende en ocasiones solemnes, como funerales, bautismos o el Domingo de Resurrección. La luz, de hecho, representa la resurrección de Jesucristo.
Por cuestiones económicas o bien por vocación por las manualidades, muchas personas escogen fabricar sus propios cirios de forma casera. Si bien el proceso no es extremadamente complejo ni exige una gran inversión económica, se aconseja hacer varias pruebas y familiarizarse con los materiales antes de lanzarse a elaborar grandes cantidades.
Con respecto a los materiales necesarios para la fabricación de cirios, la lista no es muy extensa: basta con cera de parafina, tinte del color que deseemos darles a los cirios, la cantidad de mecha suficiente para el número de velas que vayamos a hacer, un recipiente profundo para alojar la cera derretida y un cuchillo.
El primer paso es el más sencillo: debemos derretir la cera y mezclarla con el tinte. Para evitar accidentes por exceso de temperatura, se recomienda usar la técnica conocida como «baño María»: calentar agua en una sartén y mantenerla hirviendo mientras se posa el recipiente con la cera sobre ella, de manera que el calor se disipe por el agua antes de llegar a la cera.
Por otro lado conviene tener una pequeña cantidad de cera derretida y adecuadamente teñida que usaremos para sumergir cada mecha, retirarla y enderezarla antes de que se endurezca demasiado. El tercer paso es colocar las mechas en los moldes donde la cera de los futuros cirios aún está caliente, dejarlas sumergidas cinco segundos, retirarlas y mantenerlas al aire libre durante dos minutos hasta que se seque la cera y repetir el proceso hasta alcanzar el grosor deseado.
Llega el momento de darles a los cirios el toque final, comenzando por utilizar el cuchillo para eliminar cualquier imperfección, especialmente en la base (la cual nunca puede quedar lisa sin este último paso). El cuchillo también sirve para cortar la mecha.
A simple vista, esto puede parecer muy sencillo, pero cuando debemos coordinar los diferente pasos con la temperatura de la cera mientras evitamos quemarnos o que el material se enfríe antes de lo deseado comienzan a aparecer las dificultades. Por esta razón se recomienda no aventurarse con muchos cirios la primera vez, sino comenzar por uno solo.
El cirio de oro, por otro lado, es el nombre común de la Bergerocactus emoryi, una planta que pertenece al grupo familiar de las cactáceas. Se trata de un cactus originario de América del Norte que suele tener una altura de unos sesenta centímetros y cuyas flores son amarillas.
Cirio también es un nombre y un apellido. Cirio H. Santiago fue un cineasta filipino nacido en 1936 y fallecido en 2008. Jésica Cirio, por su parte, es una modelo, actriz y conductora de TV argentina.