Definición de cheto
El término cheto se utiliza en varios países sudamericanos para aludir a aquello que resulta muy costoso, elegante o distinguido. Por ejemplo: “Anoche fuimos a cenar a un restaurante muy cheto que se encuentra en la zona del puerto”, “Necesito ropa cheta para ir a la fiesta de fin de año de la empresa”, “Me gustaría pasar las vacaciones en un hotel cheto, con todas las comodidades”.
La noción de cheto también se utiliza en sentido despectivo o agresivo para calificar a alguien de esnob. Cheto, en este sentido, es sinónimo de pijo: alguien que adopta el vocabulario, los modales o la vestimenta de la clase alta para dar a entender su pertenencia a ella: “No te hagas el cheto que vives en una casa prestada y ni siquiera tienes automóvil”, “Ese cheto no me agrada”, “Salí durante unos meses con un cheto que soñaba con vivir en Miami”.
Los chetos suelen utilizar ropa de marca y seguir modas extranjeras. Se trata de personas que se esfuerzan por aparentar un alto nivel de vida, más allá de que dispongan de los medios económicos necesarios para ello o no.
Es importante tener en cuenta que cheto suele ser un adjetivo que un individuo aplica a otro: es decir, una persona no se reconoce a sí misma como cheta. En la denominación existe una crítica que se expresa a aquel que se siente superior por su condición social.
Cuando alguien usa la palabra «cheto» para describir o definir a otra persona deja en evidencia que su forma de ver la vida no le agrada, aunque esto no siempre significa que le moleste el dinero y los lujos necesariamente; por el contrario, muchas veces criticamos a aquellos que tienen lo que nos gustaría tener, precisamente porque su presencia nos recuerda que aún no hemos cumplido todos nuestros deseos.
De todas formas, ser cheto es mucho más que tener grandes sumas de dinero y propiedades lujosas; quienes reciben este calificativo suelen exhibir un nivel intelectual pobre, en gran parte por no haber explorado sus capacidades a diferencia de lo que hacen los empresarios, científicos y artistas que ganan fortunas a través de un trabajo incansable y de creaciones innovadoras.
Precisamente, los chetos muchas veces son llamados «falsos ricos», ya que suelen aparentar un nivel económico superior al que tienen en realidad y ni siquiera consiguen su dinero de forma relevante. Dentro de este cuadro podemos distinguir a los más jóvenes, que se apoyan en la riqueza de sus padres para llamar la atención de sus amigos y compañeros de colegio con sus pertenencias y sus viajes, y a los adultos, que llevan vidas de catálogo para asegurarse de que nadie pueda pensar ni siquiera por un segundo que no tienen suficiente dinero.
Los «verdaderos ricos», por lo tanto, son aquellas personas que siempre han tenido mucho dinero y que no necesitan exhibirlo ante sus amigos, o bien quienes lo consiguen después de años y años de mucho esfuerzo y buenas decisiones. A diferencia de los chetos, éstos tienen que cuidar lo que han conseguido, porque suelen correr mayores riesgos; por ejemplo, lejos de simplemente tener dos coches último modelo y desfilar por gimnasios de alta categoría con zapatillas y ropa cuyos precios podrían pagarles el alquiler a varias familias, algunos de ellos tienen acciones en varias empresas de nivel internacional e invierten gran parte de su fortuna en negocios que les parecen innovadores, con lo cual una mala jugada les puede significar la ruina.
Cheto, por último, es el nombre de un pueblo que forma parte del municipio español de Bierge, perteneciente a la provincia de Huesca (comunidad autónoma de Aragón).