Definición de cesantía
Se conoce como cesantía al estado o la condición de aquel que ha quedado cesante: es decir, que perdió su trabajo. De todas formas, de acuerdo al país, el concepto puede aludir a distintas cuestiones.
En algunas regiones se llama cesantía al dinero que reciben determinados trabajadores cesantes. Se trata de una prestación social que permite a la persona que perdió su trabajo tener los recursos necesarios para subsistir hasta que encuentre otro empleo.
En Colombia, todos los trabajadores tienen derecho a estas cesantías, que suponen un modo de ahorro obligatorio y funcionan como un seguro ante el desempleo. A nivel legal, la cesantía es equivalente al salario de un mes por cada año trabajado. Cuando el valor no se liquida a fin de año, se suma a un Fondo de Cesantías que elige el empleado.
También se llama cesantía, en otras naciones, a la cancelación o revocación de un contrato laboral, decidida por el empleador. Esta rescisión supone que el empleado que se queda sin su trabajo.
Supongamos que el gobierno de un país, con el objetivo de recortar los costos, anuncia la cesantía del 10% de los contratos que mantiene el Estado nacional con los trabajadores públicos. Esta decisión implica que el 10% de los empleados estatales perderán su empleo. Desde la perspectiva gubernamental, la cesantía de los contratos permite que el Estado ahorre una gran suma de dinero que destinaba al pago de salarios. Para los trabajadores, en cambio, la cesantía representa quedarse sin ingresos, con todos los problemas que esta situación genera.
Es importante establecer que el término que nos ocupa fue muy utilizado en España durante el siglo XIX. En ese momento se empleaba para definir al funcionario que, por decisión de un superior, era privado de su trabajo. Eso sí, en algunos casos, se le entregaba una parte de su sueldo.
Si en esa etapa fue muy utilizado era porque durante la misma se produjeron numerosos casos de cambios de gobierno. Y eso traía consigo que cuando uno nuevo llegaba al poder realizaba las modificaciones que consideraba en cuanto al funcionariado, trayendo consigo que se dejara sin trabajar a muchos. Era una forma de colocar a personas “fieles” al gobierno en puestos de confianza o de cierta responsabilidad, independientemente de que estuvieran formadas y capacitadas para ocuparlos o no.
Precisamente esa situación fue reflejada en muchas ocasiones en la literatura y en el periodismo. Buena muestra de eso son obras como “El rey Baltasar” de Leopoldo Alas Clarín o “Miau” (1888) de Benito Pérez Galdós.
No obstante, esa cesantía que sufrían los funcionarios con cierta frecuencia se acabó con la llegada al gobierno de Antonio Maura. Y es que este determinó que era necesario y fundamental conseguir la independencia de lo que era la Función Pública. Por eso, se iniciaron actuaciones en ese sentido en el año 1898 pero fue más tarde, en el año 1918, cuando se alcanzó la mencionada independencia. De ahí que los funcionarios ya no volvieran a temer quedarse sin trabajo.