Definición de celíaco
Celíaco es aquel que sufre la enfermedad celíaca o celiaquía. Las personas con este padecimiento tienen una intolerancia permanente al gluten (conjunto de proteínas que se encuentran en el trigo, la avena, la cebada y el centeno).
Los celíacos, por lo tanto, no pueden ingerir estos cereales ni ningún alimento derivado de ellos. En caso de consumir este tipo de productos, se genera una lesión de la mucosa intestinal y se atrofian las vellosidades del intestino delgado, alterando la absorción de los nutrientes de los alimentos.
La celiaquía está considerada como una condición autoinmune. El sistema de defensa del celíaco reconoce el gluten como una amenaza para el organismo y produce anticuerpos contra el mismo. Estos anticuerpos defensivos son los que provocan la lesión del intestino y la atrofia de su mucosa que deriva en los problemas para absorber los nutrientes.
Los expertos creen que los celíacos tienen una predisposición genética a padecer el trastorno. Entre los síntomas se encuentran el retraso del crecimiento infantil, la fatiga, la diarrea crónica y las erupciones en la piel, aunque cualquiera de estos síntomas puede estar ausente, aparecer con determinada frecuencia o estar asociado a otra enfermedad.
No existe una forma de curar la celiaquía, sino que el único tratamiento posible es llevar una dieta libre de gluten de por vida. Una vez que la persona recibe el diagnóstico correcto e inicia esta dieta, las vellosidades intestinales dañadas comienzan a regenerarse.
Antes de iniciar una dieta sin gluten, los médicos recomiendan la realización de una biopsia intestinal para confirmar la intolerancia al mismo, lo que se observa a través de la alteración de la mucosa intestinal.
Si bien la vida de una persona celíaca no es precisamente sencilla, quienes padecen esta enfermedad desde muy pequeños no tienen en su memoria los sabores de los alimentos que no deben probar; esto no los compensa por los problemas que deben sobrellevar, pero de seguro alivia un poco su carga.
Dermatitis herpetiforme
La dermatitis herpetiforme es una erupción en la piel que provoca un intenso picor y consiste de ampollas y protuberancias. Se trata de un problema crónico, que suele aparecer por primera vez a partir de los 20 años de edad, aunque también afecta a algunos niños. Este trastorno se advierte en hombres y mujeres en igual proporción.
Con respecto a sus causas, no existe documentación específica, aunque por lo general la dermatitis herpetiforme se asocia a la enfermedad celíaca (la especial sensibilidad que el intestino delgado presenta ante el gluten).
Algunos de los síntomas más comunes de este trastorno son los siguientes:
* ampollas de diferentes características pero todas muy pruriginosas (que provocan un intenso prurito). Suelen aparecer principalmente en las rodillas, los glúteos, los codos y la espalda;
* la forma y el tamaño de la erupción suele ser igual en todas las zonas;
* si se producen pequeñas lesiones por el rascado, dichas ampollas dejan marcas permanentes en la piel.
Cabe mencionar que estos síntomas suelen ser intermitentes, lo cual dificulta el diagnóstico de la dermatitis herpetiforme: una erupción puede desaparecer sin dejar rastros entre el momento en que pedimos un turno para una consulta médica y el día en que nos examina un especialista.
Para la mayoría de los casos existe un antibiótico que resulta muy beneficioso: el dapsona. Del mismo modo, los médicos suelen recomendar una dieta que excluya el gluten, para tener un mayor control sobre la enfermedad; es importante resaltar que modificar adecuadamente la alimentación puede prevenir trastornos futuros y evitar la necesidad de consumir medicamentos.
Algunos médicos recetan inmunodepresores para tratar la dermatitis herpetiforme, aunque sus efectos no siempre son suficientes. Si esta enfermedad no se trata correctamente, existe un importante riesgo de padecer cáncer intestinal. Las enfermedades de la glándula tiroidea también suelen estar asociadas a este trastorno.