Definición de cáustico
El vocablo griego kaíein, que puede traducirse como “quemar”, derivó en kaustikós. Al latín la noción llegó como caustĭcus, que es el antecedente etimológico más cercano del término cáustico.
Se califica como cáustico a aquello que, por sus propiedades, puede quemar y dañar los tejidos orgánicos. La manipulación de sustancias cáusticas, por lo tanto, es peligrosa ya que el contacto de dichos productos con la piel genera lesiones.
Por ejemplo: “Ten cuidado con ese limpiador porque es cáustico, no olvides usarlo con guantes”, “La desinfección es muy importante pero hay que tener cuidado con los componentes cáusticos”, “Un derrame cáustico en la carretera puso en alerta a las autoridades”.
El hidróxido sódico o hidróxido de sodio es conocido, según la región, como sosa cáustica o soda cáustica. Se utiliza para producir jabón, fabricar detergentes y destapar cañerías (tuberías), por mencionar algunas posibilidades.
La soda cáustica, a temperatura ambiente, aparece como un sólido inodoro de color blanco que tiene la capacidad de absorber la humedad. Si se realiza su disolución en agua, se genera una gran liberación de calor.
El hidróxido de potasio o potasa cáustica es otro compuesto químico que se utiliza en diferentes ámbitos y es corrosivo. Con la potasa cáustica se elabora el jabón potásico.
En el terreno de la óptica, se denomina cáustica a la superficie adyacente a los rayos que se refractan o se reflejan. También se llama cáustica a la curva formada por rayos lumínicos que resultan tangentes.
Algo cáustico, por último, es ofensivo, sarcástico o mordaz: “La respuesta cáustica del entrevistado incomodó al periodista”, “Estoy harto de tus comentarios cáusticos y de tu ironía constante”, “Los dichos cáusticos del artista generaron un gran revuelo”.