Definición de carbono
La etimología de carbono nos lleva al francés carbone, a su vez derivado del vocablo latino carbo (que puede traducirse como carbón). El carbono es un elemento químico muy abundante en la naturaleza que resulta clave para la vida.
De símbolo C, el carbono es el pilar de la química orgánica. Así se denomina al estudio científico de las propiedades y la estructura de los compuestos cuyas moléculas presentan este elemento. Es importante señalar que se califica como orgánica a la sustancia que tiene carbono y que está presente en un ser vivo.
El carbón contiene elevadas cantidades de carbono.
Características del carbono
El carbono es un elemento de número atómico 6 que suele encontrarse en forma de grafito o de diamante y que aparece en la atmósfera, en los organismos vivientes y como mineral. Se trata de un no metal que se ubica entre los quince elementos con mayor abundancia en la corteza de nuestro planeta.
Es interesante mencionar que, en la totalidad de las formas de vida que se conocen, asoma el carbono entre sus componentes. Además se lo puede hallar en el gas natural, el diamante, el petróleo, el dióxido de carbono y el carbón, por ejemplo.
Entre las particularidades del carbono, suele indicarse que sus formas alotrópicas dan lugar a materiales muy costosos como el diamante y, a su vez, muy económicos como el carbón. De igual forma, incluyen sustancias de gran dureza (diamante) y otras sumamente blandas (grafito).
La huella de carbono mide las emisiones de gases de efecto invernadero.
Los isótopos
Se denomina isótopos a los elementos químicos que disponen de idéntica cantidad de protones pero diferente número de neutrones. Dicho de otro modo, los isótopos son átomos de un mismo elemento que, al contar con una cifra distinta de neutrones, exhiben otro número másico.
Lo habitual es que los elementos químicos posean dos o más isótopos. En el caso del carbono, cuenta con dos isótopos estables y naturales: el carbono-12 y el carbono-13.
El carbono-12 supone el 98,89% del carbono que se halla en la corteza terrestre. Su estructura incluye seis protones, seis neutrones y seis electrones y se utiliza a modo de patrón para calcular la masa atómica de los nucleidos.
El mol, en este marco, se define como la cantidad de sustancia que alberga tantas entidades elementales como número de átomos presentes en 0,012 kg de carbono-12. Dicha convención tuvo la aceptación del Comité Internacional de Pesos y Medidas en 1967.
El carbono-14, por otro lado, es un isótopo radiactivo cuyo descubrimiento se produjo en 1940. Con seis protones y ocho neutrones en su núcleo, se utiliza para dar materiales orgánicos y objetos de gran antigüedad a partir de la llamada la ley de decaimiento exponencial de los isótopos radiactivos.
La huella de carbono
Un indicador ambiental es un parámetro que se usa para evaluar el estado de un ecosistema o de otro sistema ambiental. Entre estos indicadores, uno de los más populares es la huella de carbono que expone el nivel de gases de efecto invernadero emitidos, ya sea de manera indirecta o directa, por una empresa, una actividad o una persona.
Los gases de efecto invernadero son aquellos que provocan el efecto invernadero al absorber la radiación térmica del sol e irradiarla en múltiples direcciones, propiciando el calentamiento global. Entre esos gases está el dióxido de carbono, cuya concentración atmosférica se multiplicó a partir de la Revolución Industrial.